Tal movimiento también resultó en la ventaja después de 20 minutos. A través del portero Peter Gulácsi y Benjamin Henrichs, los sajones rompieron técnicamente limpiamente la alta presión de los anfitriones, Henrichs envió a Konrad Laimer abruptamente por la derecha, quien ya no pudo ser detenido por ningún oponente. Laimer penetró en el área desde la derecha y la devolvió perfectamente al apresurado Christopher Nkunku, que marcó el 1-0.
Mucha presión sobre Laimer y Angeliño
Laimer, que lleva semanas destacando, potenció luego en repetidas ocasiones el juego del Leipzig, y Angeliño también provocó en reiteradas ocasiones peligro por la banda izquierda. Pero no hubo oportunidades reales en la primera ronda, y el cabezazo de André Silva a Nkunku en el minuto 40 fue demasiado impreciso.
Bérgamo se acercó con muy poco ante la apretada defensa y el atento mediocentro del Leipzig. Dos tiros de larga distancia de Teun Koopmeiners revelaron impotencia en lugar de representar una amenaza.
Sin penalti tras la mano de Olmo
Pero las cosas se pusieron difíciles después de 50 minutos. Tras un lanzamiento de falta de Freuler, Dani Olmo bloqueó el balón con la mano en el área penal – el árbitro asistente del vídeo llamó al árbitro Antonio Mateu Lahoz al margen para comprobarlo. El español no dio el penal, lo que definitivamente fue un tema de debate, porque Olmo no había agrandado de forma poco natural el área de su cuerpo al girar, lo cual es justificable.
Inmediatamente después, la defensa del Leipzig volvió a ser más estable, los lombardos corrieron hacia ellos, pero apenas llegaron a las situaciones finales. Eso fue diferente para los sajones: Nkunku ya tenía la decisión preliminar en sus pies después de un pase de Kevin Kampl en el minuto 68, pero disparó con demasiada obstinación desde un ángulo cerrado y no pudo encontrar al portero Juan Musso.
Poulsen con el pase crucial
El temblor también se limitó después, porque el equipo de Tedesco siguió defendiendo con mucha concentración. El suplente Yussuf Poulsen derribó a Nkunku cuando faltaban cinco minutos para el final y el portero Musso pudo derribarlo injustamente. El mismo Nkunku convirtió el penalti para poner el 2-0 y así aseguró una merecida entrada a las semifinales.