Según su propio comunicado, Tyson Fury aún no ha iniciado su campo de entrenamiento para la revancha contra Oleksandr Usyk. El destronado campeón mundial de los pesos pesados deja entrever su plan para el segundo duelo con el ucraniano: “arriba” en lugar de adelgazar.
“Estaba en la forma de mi vida”, escribió Fury en Instagram junto con una foto que lo muestra antes de la pelea del 18 de mayo contra Usyk: musculoso y tonificado. “Pero ese no es el GK (Gypsy King, m.Red), agregó, publicando una foto de su tercera pelea contra Deontay Wilder en el otoño de 2021.
“Ese es él: 19 libras y once piedras (la unidad de peso británica). Una maravilla”, dijo Fury, describiendo el tipo ideal de Gypsy King.
Fury entró al ring pesando 119 kilogramos (262 libras estadounidenses, 18 libras/10 piedras) en su derrota por puntos ante Usyk el 18 de mayo. En su victoria sobre Wilder, el gigante de 2,06 metros pesó 126 kilos (277 libras estadounidenses, 19 libras/11 piedras).
Fury se enfrentará nuevamente a Usyk el 21 de diciembre. A diferencia de la primera pelea, esta vez “sólo” están en juego tres de los cuatro cinturones reconocidos de la asociación, aunque está en juego el único título verdadero de campeón de boxeo de todas las categorías.
Peso pesado: Fury quiere noquear al “Motherf***er” Usyk
Para vengarse, el inglés de 36 años ha anunciado un enfoque más duro y ofensivo, de acuerdo con sus planes kilo. “Voy a entrar en modo destrucción. La última vez que lo boxeé, tuve cuidado. Esta vez no estoy buscando un veredicto de puntos”, dijo Fury en “TNT Sports”.
Su atención se centra exclusivamente en el nocaut. “Voy a noquear a este hijo de puta”, entonó Fury.
¿Y Usyk? El hombre de 37 años publicó un vídeo en Instagram que lo mostraba entrenando el cuello. Al fondo hay un cartel con él y Fury. Línea: “El tamaño no importa”.
Usyk infligió la primera derrota a Fury en mayo con una votación de 2-1: el hombre de 1,90 metros pesaba poco más de 100 kilogramos.