Los ejercicios aéreos se realizaron sobre el Mar Amarillo, entre la Península de Corea y China. Entre otras cosas, se desplegaron un bombardero estratégico estadounidense y un avión de combate con tecnología furtiva.
“Estos ejercicios aéreos combinados demuestran la voluntad y la capacidad de Estados Unidos para proporcionar una disuasión amplia, fuerte y creíble contra las amenazas nucleares y balísticas de Corea del Norte”, dijo a Yonhap el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.
El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, y su homólogo de Corea del Sur, Lee Jong-sup, habían anunciado previamente que aumentarían el número de ejercicios conjuntos. Washington y Seúl responden así a las “continuas provocaciones” de Corea del Norte, que realiza regularmente pruebas de misiles.