Gaza sufrió fuertes lluvias que arrasaron o inundaron las tiendas de campaña improvisadas de los refugiados palestinos, y algunas zonas incluso quedaron completamente inundadas. Esto hace que las condiciones de vida de las familias desplazadas sean aún más espantosas. El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos describió las condiciones actuales en la franja costera como un “infierno en vida”.
Los fuertes vientos y las intensas lluvias agravaron la miseria de las familias desplazadas en Gaza el miércoles por la noche. Algunas familias tienen buenas tiendas de campaña, pero otras tienen que conformarse con lonas o plástico fino y transparente. Muchas tiendas no tienen suelo, por lo que varias personas pasaron la noche sobre arena mojada.
Sus endebles tiendas de campaña no pudieron soportar las condiciones climáticas, lo que provocó inundaciones. La ropa y las mantas están empapadas, lo que hace cada vez más difícil mantenerse abrigado.
“Nuestra tienda se rompió y el agua nos cubrió. Estábamos empapados”, dijo Ramadan Mohadad, un hombre de mediana edad que actualmente intenta reparar su tienda de campaña improvisada hecha con tiras de madera contrachapada y una fina lámina de plástico.
“Intentamos todo para protegernos para que no entrara agua, pero entró lluvia. Este plástico no protege a las personas que duermen debajo”, continúa Mohadad.
Ameen Edwan, que sobrevive con miles de personas más en los terrenos del hospital de Al Aqsa en el centro de Gaza, describió la noche infernal a la agencia de noticias AFP. “El agua de lluvia se filtró. No pudimos dormir y tratamos de encontrar lonas, pero sin éxito”. Edwan y su familia se vieron obligados a utilizar piedras y arena para protegerse de la lluvia.
«El infierno en la tierra»
Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), califica estas terribles condiciones de “infierno en la tierra”.
El pueblo de los territorios palestinos “se enfrentó al capítulo más oscuro de su historia desde 1948, y es una historia dolorosa”, dijo.
Rafah, junto a la frontera con Egipto, es la parte más meridional de la Franja de Gaza, a donde cada vez más personas llegan huyendo de los feroces combates entre Israel y Hamás, que ahora hacen estragos tanto en el norte como en el sur.
“La mayor parte de la población de Gaza ha sido reubicada por la fuerza, en gran parte en la parte sur de la franja. Rafah es ahora el hogar de más de un millón de personas, mientras que antes albergaba a unas 280.000 personas”, continúa Lazzarini. “Falta infraestructura y recursos para apoyar a esa población. En nuestros propios almacenes, las familias viven en pequeños espacios separados por mantas colgadas de finas estructuras de madera. En todas partes, al aire libre, han surgido delgados refugios. Rafah se ha convertido en una comunidad de tiendas de campaña”.
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