El partido entre FC Groningen y Ajax se ha detenido definitivamente después de diez minutos de esta tarde. Las cosas salieron mal después de seis minutos cuando se lanzaron fuegos artificiales en el campo y un ‘fanático’ irrumpió en el campo. Tras la interrupción, hubo un juego corto y volvió a salir mal.
Los simpatizantes del club local lanzaron por segunda vez bombas pirotécnicas al campo. El protocolo de la KNVB prescribe que un partido se detendrá permanentemente si se arrojan objetos al campo dos veces.
También salió mal ayer en el FC Volendam – Sparta Rotterdam, después de que Xavier Mbuyamba hiciera el 1-1. Se tiró cerveza al campo para celebrar el gol. En ese duelo, FC Volendam inmediatamente colgó las redes, tras lo cual se pudo disputar el encuentro.
El árbitro Jeroen Manschot le dijo a ESPN que no estaba sorprendido por lo que pasó. «Hubo señales de que las cosas podrían salir mal, por descontento con el club. Esto sucedió deliberadamente, no hay otra manera». Manschot indicó que actuó de acuerdo a los protocolos, pero que la última palabra la tuvo el triángulo de seguridad. «Miran la seguridad dentro y fuera del estadio y toman la decisión».
Después de que el estadio se había vaciado en gran medida, los jugadores del Ajax regresaron al campo para agradecer al equipo visitante por venir a Groningen.
La KNVB tendrá que considerar cómo proceder con este juego detenido prematuramente.