El juez ha condenado al municipio de Breda a pagar una indemnización de más de un millón y medio de euros al inversor inmobiliario Marcel van Hooijdonk. Según la sentencia, la ciudad bloqueó erróneamente la venta de una antigua casa ocupada en Catharinastraat al actuar de forma incorrecta, incompleta e ilegal. Los compradores previstos, entre ellos el mundialmente famoso DJ Tiësto, abandonaron el negocio.
En 2016, una sociedad de inversión de Tijs Verwest (alias DJ Tiësto) quería comprar dos edificios abandonados al inversor inmobiliario Van Hooijdonk en Catharinastraat 87-89 y, tras su renovación, alquilarlos inmediatamente a la fundación Villa Boerebont. Se trata de una organización de ayuda juvenil en Breda que le apasiona.
Esto sería perjudicial para ambos lados, porque el edificio vacío ya fue ocupado en 2007 y era una espina clavada para el consejo municipal. El alcalde Paul Depla también lo llamó “el diente podrido de la ciudad”. Un alquiler solucionaría el desocupado y con la (ya inexistente) Villa Boerebont tendría una atractiva función social. Entonces se habría celebrado un acuerdo de compra (condicional).
Incorrecto, incompleto e ilegal
Pero la fiesta no se llevó a cabo después de que la sociedad inversora de DJ Tiësto hablara con el municipio de Breda, como ya demostró el tribunal en el recurso de apelación. Como se desprende de la sentencia, durante las conversaciones proporcionó información incorrecta, incompleta y, por tanto, ilícita. Incluyendo un cambio en el plan de zonificación y los permisos requeridos. Según el municipio, estos no se entregarían, lo que provocó el fracaso del acuerdo con Van Hooijdonk.
En 2019, los dos edificios adyacentes fueron nuevamente okupados, pero después de unos años los okupas se han ido nuevamente. Van Hooijdonk ya había responsabilizado al municipio y lo había convocado.
Broma cara
Las acciones del municipio en 2016 y 2017 ahora parecen haber sido una broma cara. El 17 de julio, el juez determinó que Breda debía pagar una indemnización de más de 1,5 millones de euros al inversor inmobiliario Marcel van Hooijdonk. Anteriormente, los funcionarios también eran interrogados bajo juramento con este fin.
“Se necesitó mucho tiempo y energía para descubrir la verdad”, afirma Van Hooijdonk. “Me siento aliviado de que ahora podamos poner fin a este expediente y espero que podamos darle a este edificio un buen uso en el corto plazo. En cualquier caso, por mi parte, la puerta está abierta de par en par”.
El municipio no quiere decir mucho por el momento: “Conocemos la sentencia y la estamos estudiando”, afirmó un portavoz.
Los problemas relacionados con la venta de la antigua casa ocupada en Catharinastraat no son aislados. El municipio y Van Hooijdonk, propietario de varias propiedades en la ciudad, mantienen desde hace años una relación difícil y regularmente tienen conflictos jurídicos. Los dos edificios de Catharinastraat siguen vacíos y en estado ruinoso.