Freír oliebollen para llamar la atención sobre los precios de la energía: ‘Podría ser la última vez’

Bakker Henk Slagter de Coevorden fingió que hoy era Nochevieja. Horneaba donas todo el día. Porque ahora todavía es posible. «La víspera de Año Nuevo es el día más hermoso del año para mí», dice Slagter. Pero aún está por verse si llegará a ese día este año.

Teme por su supervivencia, porque su factura de la luz se ha incrementado en 6000 euros al mes. Él está tomando medidas hoy para llamar la atención sobre su situación. “Esto no es posible, no existe que ya no pueda continuar”, dice Slagter. «Pensé, entonces se me ocurrirá una acción lúdica para llamar la atención sobre mi situación. Voy a hornear oliebollen. Puede que sea la última vez».

Y la acción se está imponiendo. Esta mañana, Slagter ya había vendido 1100 oliebollen. «Creo que es una gran promoción», dice uno de los clientes. «He venido a comprar oliebollen por segunda vez».

«La gente entiende», dice Slagter. «Mis clientes están profundamente entristecidos por lo que está sucediendo».

El gabinete quiere compensar a los empresarios con una factura de energía alta, pero aún no hay planes concretos. «No está mal no ganar nada durante un año, eso es riesgo empresarial. Pero si no ves ningún punto brillante, ningún futuro, entonces se vuelve difícil», dice Slagter.



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