«En el contexto de un escenario macroeconómico ya difícil, el shock vinculado a Ucrania pesará sobre la economía global y sobre la de la UE y también sobre nuestra economía. En este contexto, caracterizado por una gran incertidumbre, nuestra política económica debe afrontar severos desafíos y decisiones difíciles». Así lo hizo el Ministro de Economía, Daniele Franco, que prestó juramento a los alumnos oficiales de la Guardia di Finanza en Bérgamo. “El gobierno está evaluando con mucho cuidado nuevas intervenciones para mitigar el impacto de la crisis ucraniana en los hogares y las empresas”. Mirando la fase actual, “Europa probablemente también tendrá que repensar sus políticas de defensa, con miras a una mayor autonomía de la UE y la OTAN”.
Los efectos previsibles sobre el PIB europeo
Analizando la conmoción provocada por la situación en Ucrania, “los canales de transmisión” son diferentes. La interrupción de los flujos comerciales, el aumento de los precios de la energía, las materias primas y algunos alimentos, la caída de los precios de los activos financieros y el empeoramiento del clima de confianza. “En cuanto al crecimiento, según la Comisión de la UE, en 2022 la tasa de crecimiento del PIB de la UE podría reducirse al menos un punto porcentual en comparación con el pronóstico del 4% publicado en enero. De persistir el aumento de los precios de los alimentos y la energía -concluyó al respecto- también habrá un impacto inflacionario importante. No debemos olvidar las repercusiones en los mercados financieros, que podrían sufrir un estrés creciente por diversos factores».
Acelerar la transición a las energías renovables
Debemos tener dos objetivos en mente para enfrentar la crisis, según el Ministro de Economía. “Uno es de corto plazo: es fundamental que la recuperación económica no pierda impulso en este momento crítico, en aquellos esperados efectos de fortalecimiento significativo del crecimiento potencial de nuestra economía asociado al PNR, que aún no se han concretado”, citando aquí la evaluación de otras intervenciones. «A medio plazo -añadió- es fundamental lograr que el plan y todas las medidas de reforma e inversión que pretenden remediar el estancamiento de diez años de nuestra economía tengan una rápida y eficaz ejecución. Al mismo tiempo, se necesita una acción de gran alcance para abordar el problema energético: debemos limitar la dependencia de la importación de gas natural ruso y acelerar la transición hacia un mayor uso de fuentes de energía renovables. Esto es fundamental tanto para nuestra autonomía energética como para limitar las emisiones de dióxido de carbono».
Los huecos a compensar
“En la fase actual, debemos evitar comprometer la recuperación económica que registra Italia tras la grave crisis provocada por la pandemia. Como saben, además de muchas víctimas, la pandemia ha provocado en nuestro país un sobresalto económico de enormes proporciones. La caída del PIB en 2020 fue del 9%, la mayor desde la posguerra. En 2021, la recuperación económica fue intensa: el PIB creció un 6,6%. Son mejores de lo esperado, sin embargo se mantienen significativamente por debajo de los de 2008». Pero para Franco, “también se mantiene la brecha de crecimiento que se ha abierto con el resto de países de la eurozona en las últimas décadas. Como se ha dicho varias veces, Italia debe alcanzar una tasa de crecimiento significativamente superior a la muy modesta del último cuarto de siglo. Esto requiere más inversiones, en capital físico, en capital humano, un entorno regulatorio más competitivo, una mayor capacidad de innovar».
Con dinamismo Pnrr y más oportunidades para los jóvenes
En todo ello, el PRN «representa uno de los pilares de una política económica que dinamice nuestro país y sea capaz de ofrecer oportunidades laborales adecuadas a los jóvenes. La cuarta ola de la pandemia y el aumento de los precios de la energía, que se intensificó paulatinamente en la segunda parte de 2021, pesaron sobre la tendencia económica en la última parte de 2021 y principios de 2022. Como consecuencia de estos factores -recordó- – en febrero la Comisión Europea revisó sus previsiones de crecimiento de nuestra economía para 2022 ligeramente a la baja hasta el 4,1%».