Franceschini: buenos 600 millones del bono de arte pero a espacios privados también en gestión

Con Art bonus de más de 600 millones de particulares para el mundo del arte

Franceschini también reivindicó un cambio de ritmo en cuanto a la financiación de la cultura. “Hasta 2014 existía la temporada de cortes justificada con el desafortunado lema ‘con cultura no se come’ -dijo-. Más tarde, esta línea se invirtió. Los recursos del ministerio de patrimonio cultural se han más que duplicado”. Por supuesto, se necesita una mayor integración público-privada. Pero la ley de bonificación de arte de 2014 (65% de crédito fiscal para cualquier persona que haga una donación a un museo o una obra de arte) «funcionó, por ejemplo». Más de 600 millones de euros han venido de particulares con pequeñas y grandes donaciones. «Son episodios virtuosos, pero todavía pocos». En este sentido, “necesitamos ejemplos como los de Della Valle que, cuando aún no había bono de arte, puso 25 millones para el Coliseo. Y en vez de aplausos lo recibió mucha desconfianza”

Empresa se avergonzará si no invierte en Cultura

Todavía hay que cambiar algo en términos de mentalidad. “Me gustaría que llegara el momento en que una empresa, especialmente una gran empresa que exporta a todo el mundo, se avergonzara si no destina una parte de sus ganancias al patrimonio cultural del país. Y espero que lleguemos pronto. 600 millones es mucho pero deberíamos llegar a cifras mucho más altas» insistió Franceschini.

La colaboración de los particulares en la gestión

En cuanto a la acusación de ser un promotor de lo público y de pensar que el sector privado debe limitarse a poner dinero, el ministro respondió: «Las críticas en política son normales. Si las reformas que he estado persiguiendo no hubieran recibido críticas, no habrían sido buenas reformas. He insistido mucho en la colaboración entre público y privado, rompiendo la barrera ideológica que ha frenado esta colaboración. Creo que los particulares no sólo deberían poner el dinero, sino que deberían colaborar en la gestión. Insistimos mucho en la herramienta de la Fundación, se utilizó para un ejemplo virtuoso como es el Museo Egipcio, donde hay recursos privados y públicos, que ha crecido y se ha convertido en un referente en el mundo. Estamos siguiendo este camino de integración también en la gestión”. No obstante, en este sentido, la ministra también ha señalado: “La intervención de los particulares en la cultura debe estar motivada por una fuerte vocación moral y no por la necesidad de lucrar porque es un poco complicado”.

Autonomía de los museos un modelo ganador

Finalmente, Franceschini también defendió la autonomía de los museos que promovió y apoyó con fuerza. «Es una reforma que según observadores internacionales ha cambiado el sistema museístico italiano -argumentó- Hasta 2014, los museos italianos eran importantes colecciones de pintura y obras de arte pero no existían desde el punto de vista legal. Eran oficinas de superintendencia encabezadas por un funcionario. No tenían directorio, presupuesto o comité científico. Todo lo recaudado se destinó al Ministerio de Economía. Desde 2014 los museos tienen autonomía, los directores son elegidos con selección internacional, tienen presupuesto, lo recaudado va al museo, las librerías, los cafés y los servicios adicionales han crecido porque hoy ya no vas a un museo solo para ver una obra de arte, vas a vivir una experiencia y pasas un día». Todavía queda mucho por hacer, porque en Italia hay 4 mil museos «y cuanto más pequeños son los museos, más apoyo financiero y organizativo requieren estas operaciones de innovación». Pero la reforma en su conjunto «funcionó». Y muchos museos colaboran con particulares y tienen particulares en los consejos de administración. Los que estuvieron en Pompeya hace 10 años y regresan hoy “ven cambios”. Pompeya era sinónimo de «derrumbes y huelgas». Hoy es una excelencia reconocida en el mundo».

Para reactivar el turismo se necesitan infraestructuras

Una última incursión en el turismo, un asunto que no compete directamente al Ministerio de Cultura, pero con muchas superposiciones. Este será el año del reinicio del turismo tras la crisis por la pandemia. «El turismo ya vuelve a ser impresionante, será más fuerte que el 2019 porque la gente solo había postergado sus viajes. Y volverán los problemas de overbooking y control de acceso. Es necesario multiplicar los atractivos como los pueblos, las pequeñas ciudades de arte, las capitales de la cultura». «Italia -recordó Franceschini- es el país de los 4.000 museos, no solo están los Uffizi y Pompeya, hay ciudades que están creciendo turísticamente como Nápoles, Salerno. Sin embargo, se necesita infraestructura, como alta velocidad, especialmente en lugares sin ella. Para ver los bronces de Riace hay que poder llegar».



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