Fotovoltaica, por eso las inversiones corren el riesgo de desplazarse del Sur al Norte


Hace unas semanas se aprobó la normativa que ha reforzado la posibilidad de instalar grandes sistemas fotovoltaicos y sistemas agrivoltaicos en suelo. Los criterios para establecer qué zonas del país, con especial atención a las tierras de uso agrícola, pueden albergar los sistemas se indicaron en el Decreto de Agricultura (que bloqueó los nuevos sistemas fotovoltaicos terrestres en las zonas agrícolas) y luego fueron declinando, con nuevas restricciones. en el decreto de Áreas Elegibles. La combinación de las dos medidas ha aumentado la incertidumbre, dejando amplios márgenes discrecionales a las Regiones. Quienes ahora tienen la tarea, dentro de seis meses, de aprobar leyes autonómicas con las que establecer qué se puede instalar y dónde.

Las Regiones sin ningún orden particular en la aplicación del decreto de Áreas Elegibles

Y es precisamente aquí, en las diferentes orientaciones que las 20 Regiones ya han destacado parcialmente, donde podemos leer los signos de lo que puede suceder en el futuro. Y los primeros indicios que surgen muestran que las autoridades locales del norte de Italia parecen inclinadas a adoptar las nuevas normas de forma más flexible, equilibrando las necesidades de protección del paisaje con las del desarrollo de las energías renovables, en comparación con lo que hacen las regiones del centro sur. empezando por Cerdeña, que ha lanzado una moratoria de 18 meses para las autorizaciones de instalaciones renovables que el gobierno se dispone a impugnar (a menos que Cerdeña cambie de opinión) ante el Tribunal Constitucional. Según los principales despachos de abogados que siguen el sector de las energías renovables, esta actitud de las Regiones llevará a los inversores a trasladar inversiones del sur al norte del país, como explica Carlo Montella, cofinanciador de la firma Green Horse. El motivo fue el evento “Renovables, cómo escapar del laberinto” organizado en Milán por Elettricità Futura. Para dar una idea del desequilibrio entre Norte y Sur, basta con tomar los datos publicados por Terna sobre las solicitudes de conexión a la red. Hay que tener en cuenta que se trata de solicitudes realizadas para reservar un espacio de conexión, por lo que generalmente alrededor de la mitad tienen éxito. En cada caso, en junio de 2024 se presentaron solicitudes de 150 gigavatios solo para sistemas fotovoltaicos y similares: de estos, 37 gigavatios en Apulia, 42 gigavatios en Sicilia, 23 gigavatios en Cerdeña, 11 gigavatios en Basílicata y 8 en Lacio. En comparación con estas cifras, en el norte se encuentran Friuli Venecia Julia con 1,18 gigavatios, 2,51 gigavatios en Lombardía, 3,08 en Piamonte y 5,32 en Emilia Romagna.

10,5 gigavatios instalados en Lombardía, siendo Sicilia y Cerdeña las regiones donde más deberían crecer los paneles

Las cifras de solicitudes de conexión, sin embargo, chocan con la capacidad instalada y su velocidad de crecimiento, datos recogidos en un estudio reciente de Ambrosetti Thea. La región líder desde este punto de vista es Lombardía, con 10,5 gigavatios de capacidad instalada, un aumento de 2,5 gigavatios en la última década. Le sigue Piamonte, con 5,7 gigavatios, y luego Véneto, Trentino Alto Adigio y Emilia Romagna con 4,7 gigavatios. En el sur, destaca Apulia, tercera región con crecimiento de energías renovables en la última década, con 6,7 gigavatios; Sicilia tiene 4,5. Según lo dispuesto en el decreto sobre zonas adecuadas, las regiones destinadas a albergar mayores cantidades de nuevas instalaciones son Sicilia (10,5 gigavatios), Lombardía (8,6), Apulia (7,4), Emilia Romagna (6,3) y Cerdeña (6,3).

El riesgo de que algunas autoridades locales intenten bloquear plantas en fase de autorización

Frente a estos ejércitos de paneles oscuros que avanzan – especialmente en materia de solicitudes de conexión – entendemos las preocupaciones de las Regiones y por qué las del Sur son las más rígidas. Sin embargo, lo crucial de la cuestión es que, en realidad, las autoridades locales no pueden bloquear instalaciones para las que ya se han iniciado los procedimientos de autorización. Esto está expresamente aclarado en el Decreto Legislativo Agrícola y representa la protección de las expectativas legítimas del empresario que ha iniciado inversiones apoyándose en las regulaciones que se lanzaron en 2021. Los procesos ya en marcha se refieren a sistemas fotovoltaicos y similares por aproximadamente 90 gigavatios y por tanto no son pocos. La preocupación de los operadores del sector es que las Regiones puedan hacer uso de las disposiciones menos estrictas del decreto interministerial sobre las zonas elegibles y de las nuevas limitaciones que introduce, como la zona de amortiguamiento de 7 kilómetros para cada bien protegido de algún modo presente en el territorio- para intentar reiniciar el proceso de autorización de las plantas que ya habían notificado las prácticas.

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Pero las resoluciones adoptadas en Lombardía, Friuli, Piamonte y Emilia Romaña salvan los procesos que ya estaban en marcha

Los abogados que participaron en el evento organizado por Elettricità Futura explicaron que este riesgo no existe en varias regiones del Norte. Cristina Martorana, socia de Legance, explicó cómo Lombardía anuló recientemente la resolución con la que la Región había tomado medidas para regular el desarrollo de paneles en la zona a la espera de normas nacionales. Había llegado a establecer que para solicitar la autorización era necesario demostrar que se era agricultor; A pesar de los diversos obstáculos, el organismo lombardo siempre había aclarado expresamente que las solicitudes de autorización iniciadas con las normas anteriores continuarían. La misma orientación surgió en Piamonte. Y también en Friuli Venecia Julia, donde ya se ha promulgado una ley que deja márgenes para los distintos tipos de sistemas agrivoltaicos (mientras que el Decreto de Agricultura sólo permite los agrivoltaicos elevados a dos metros del suelo), mientras que es más restrictivo con la fotovoltaica. Emilia Romagna aprobó una resolución que se aplicó. También en este caso se prefiere la energía agrivoltaica, pero se espera que las superficies que ya no se cultivan desde hace 3 años también puedan volver a ser aptas para la energía fotovoltaica. Una previsión más puntera del Decreto Agrícola, con el que habrá que valorar la compatibilidad.



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