Un año negro, o casi. Así resultó 2022 para las pensiones complementarias, que tuvieron que lidiar con la fibrilación y los mercados de valores y bonos, favorecidos por las secuelas del conflicto ruso-ucraniano, la crisis energética y la persistencia, aunque de forma más limitada , de la pandemia . Porque un aumento constante de abonados, que ascendió a 9,2 millones con un crecimiento del 5,4% respecto al año anterior, fue contrarrestado por un verdadero desplome de los rendimientos de las distintas modalidades “complementarias”, que en algunos casos, en la valoración global de la última década, se han mostrado menos competitivos que las indemnizaciones por despido. El cual presentó una revalorización del 2,4% anual. El último seguimiento de la Comisión de Supervisión de los Fondos de Pensiones (Covip) muestra en particular que el año pasado los fondos de pensiones contractuales “acusaron” un resultado negativo del 9,8% y los abiertos del 10,7%. También registraron un marcado descenso las rentabilidades de los planes de pensiones individuales clase III (Pip) (-11,5%). Únicamente la sucursal I gestión separada mostró un signo positivo, que registra los activos a costo histórico y no a valores de mercado y cuya rentabilidad depende en gran medida de los cupones cobrados sobre los valores mantenidos, con un +1,1%. Un panorama nada positivo, en definitiva, con el que el Gobierno y los agentes sociales también tendrán que enfrentarse en la mesa sobre la nueva reforma de las pensiones, que, al menos en las intenciones de la ministra de Trabajo, Marina Calderone, deberá centrarse precisamente en el relanzamiento de las pensiones complementarias.
El colapso de los rendimientos
El punto álgido de 2022 es claramente el de los rendimientos negativos. En la encuesta de la Autoridad, encabezada por Mario Padula, se destaca de inmediato que el año pasado los resultados de las formas complementarias se vieron afectados por la caída de los precios de las acciones y la suba de las tasas de interés nominales, lo que determina a su vez la caída de los precios de los bonos. “Evaluando las rentabilidades en horizontes temporales más específicos del ahorro previsional, en los diez años comprendidos entre principios de 2013 y finales de 2022, la rentabilidad media anual compuesta, neta de costes de gestión e impuestos, fue igual -se lee en el seguimiento del Covip- a 2 2% para fondos de negociación, 2,5% para fondos abiertos, 2,9% para rama III Pips y 2% para gestión de rama I». En el mismo período, siempre subraya la Comisión de Supervisión de los Fondos de Pensiones, la revalorización de la indemnización ascendió al 2,4% anual.
Los recursos de rendimiento están disminuyendo
A finales del año pasado, los recursos destinados a servicios ascendían a 205.000 millones de euros. Y se redujeron en unos 7.700 millones respecto a diciembre de 2021 “debido a las pérdidas de la cuenta de capital determinadas por el comportamiento de los mercados financieros”. Sin embargo, Covip señala que los activos netos en fondos negociados ascendieron a 61 mil millones de euros, mientras que ascendió a 28 mil millones en fondos abiertos y 45 mil millones en Pips “nuevos”.
Las membresías ascienden a 10,3 millones (+5,8%)
La encuesta estadística Covip muestra que al cierre de 2022 había 10,3 millones de plazas en planes de pensiones complementarias, 564.000 unidades más (+5,8%) que en 2021. Estas plazas, que incluyen también las de quienes se adhieren a varias formas en el al mismo tiempo corresponden a un total de 9,2 millones (+5,4%). El crecimiento más significativo lo registran los fondos negociados: +10,1%, para un total de 3.806 millones. En planes de pensiones de mercado se registraron 106.000 afiliados más en fondos abiertos (+6,1%) y 84.000 más en PIP “nuevos” (+2,3%).
Contribuciones crecientes
Durante 2022, las aportaciones recaudadas de fondos negociables, fondos abiertos y Pip alcanzaron los 13.900 millones de euros (+4,2% respecto a 2021). La Superintendencia de Fondos de Pensiones señala que el aumento se encuentra en todas las formas de pensión, desde 4,5% para fondos negociables, hasta 7,8% para fondos abiertos, hasta 2% para Pips.