El crecimiento económico de los Países Bajos y de varios otros países europeos está casi paralizado, predice el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los precios para los consumidores probablemente seguirán aumentando considerablemente durante algún tiempo.
El FMI ha reducido las expectativas de crecimiento de la economía holandesa para este año del 1 al 0,6 por ciento. El año próximo la tasa de crecimiento se mantendría en el 1,1 por ciento. Esto es ligeramente menos que el 1,2 por ciento de la estimación de abril.
Esto hace que la organización de la ONU sea más pesimista que la Oficina Central de Planificación (CPB), que el mes pasado supuso aumentos del 0,7 y el 1,5 por ciento.
En varios otros países europeos las perspectivas son aún peores. Por ejemplo, Alemania, un importante socio comercial, cuya industria está pasando apuros, puede esperar una contracción del 0,5 por ciento este año. Y en Austria este año es sólo un aumento del 0,1 por ciento, seguido de una recuperación de sólo el 0,8 por ciento en 2024.
El malestar económico tiene mucho que ver con la alta inflación. Los bancos centrales han aumentado significativamente las tasas de interés para detener los aumentos de precios. Pero al hacerlo también ponen un freno a la economía.
“Las condiciones crediticias más estrictas están ejerciendo presión sobre los mercados inmobiliarios, las inversiones y la actividad”, señala el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. Señala que el número de quiebras está aumentando. Gourinchas también enfatiza que la desaceleración económica es principalmente visible en los países más desarrollados, aunque muchos riesgos acechan en los mercados emergentes.
El FMI predice una inflación del 4,2 por ciento en 2024
A nivel mundial, el FMI espera un crecimiento del 3 por ciento en 2023 y del 2,9 por ciento en 2024. Se trata de un crecimiento ligeramente menor de lo previsto anteriormente. El FMI supone además que la inflación se mantendrá en un nivel relativamente alto en muchos países hasta 2025.
Los Países Bajos no son una excepción. El FMI predice una inflación del 4 y 4,2 por ciento para este año y el próximo, respectivamente. El hecho de que la inflación vuelva a subir el próximo año puede deberse a la expiración del techo de precios de la energía impuesto por el gobierno.
Gourinchas cree que los bancos centrales sólo aflojarán su control sobre la economía cuando la inflación vuelva a caer significativamente en todas partes.