Flandes concede de repente 100 millones de euros adicionales de apoyo climático a la industria

El gobierno flamenco lleva años compensando a los grandes consumidores de electricidad por sus elevadas facturas. A través del Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS), los productores de energía trasladan los costos del CO2 a estas empresas. El temor es que los principales empleadores de los sectores metalúrgico y químico, como el gigante siderúrgico ArcelorMittal o la empresa química BASF, se trasladen a lugares del mundo donde no se cobran costes adicionales por el CO2.

El año que viene aumentará considerablemente la llamada «compensación por los costes indirectos de las emisiones». Al inicio de la legislatura de 2019, el apoyo flamenco ascendía a aproximadamente 36 millones de euros. Este año esta cantidad había aumentado hasta los 172 millones de euros. En 2024 se sumarán otros 100 millones, lo que supone una cifra récord de 270 millones de euros. Esto se desprende de la explicación política y presupuestaria para 2024 que el gobierno ha presentado al Parlamento.

En la legislatura anterior ya se destinaron 148 millones de euros a grandes empresas, entre ellas el gigante petrolero estadounidense ExxonMobil. Organizaciones ecologistas como Greenpeace y Bond Beter Leefmilieu (BBL) criticaron duramente el sistema. El dinero procede del fondo climático flamenco creado para financiar la política climática flamenca. Actualmente, el fondo se utiliza de hecho para salvaguardar la competitividad de la industria flamenca.

“Es cierto que algunas empresas están pasando apuros debido a la crisis energética. Pero es absurdo que una empresa como Total, que obtuvo un beneficio récord de 34 mil millones de euros gracias a la crisis energética, reciba ahora subsidios climáticos para pagar su propia factura energética», afirma el diputado flamenco Jos D’Haese (PVDA). quien desenterró las figuras. “El gobierno siempre afirma que el dinero no crece en los árboles cuando se trata de sanidad, educación o transporte público. Pero cuando multinacionales contaminantes como Total, Shell o Ineos llamen a la puerta, nos quedaremos sin dinero”.

Según el ministro flamenco de Economía y Trabajo, Jo Brouns (CD&V), el aumento de las compensaciones se debe al aumento del precio del CO2 en el mercado europeo. Como resultado, las empresas tienen que pagar más por sus derechos de emisión. «Ahora tenemos en cuenta un precio de CO2 de 90 euros por tonelada, frente a los 54 euros del año pasado», afirmó.

Sin el fuga de carbonoSegún el gabinete, las empresas flamencas corren el peligro de verse superadas por empresarios que no tienen que tener en cuenta la estricta política climática de la UE. Entonces la producción amenaza con trasladarse a regiones del mundo menos respetuosas con el clima. «El clima no se beneficiaría de eso, ¿verdad?»



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