Hoy, los misiles rusos dañaron nuevamente la infraestructura de gas y electricidad en las ciudades ucranianas de Kiev, Odesa y Dnipro. El presidente ruso Vladimir Putin quiere que los ucranianos tiemblen en la oscuridad. Los flamencos en Ucrania testifican sobre el caos, sus herramientas y las consecuencias para las personas vulnerables: «En enero y febrero bajará a menos 30. El frío es molesto, pero no te matará».
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