Fiscales alemanes presentan cargos por venta ilegal de spyware a Turquía


Los fiscales alemanes acusaron a cuatro personas de la venta no autorizada de software de espionaje a los servicios de seguridad turcos, alegando que se utilizó en un intento de espiar a la oposición del país pocos días antes de unas elecciones cruciales.

Los cargos, presentados ante un tribunal regional de Múnich, alegan que los exempleados de una empresa desaparecida llamada FinFisher infringieron deliberadamente las normas de exportación alemanas, dirigiendo las ventas a través de una empresa rumana para eludir los permisos necesarios para vender software de vigilancia fuera de la UE.

El software FinSpy supuestamente terminó en manos de los servicios de seguridad turcos, que según los fiscales se dirigieron a activistas en 2017, utilizando sitios web falsos supuestamente vinculados a Kemal Kılıçdaroğlu, el líder durante mucho tiempo del mayor partido de oposición de Turquía.

Los fiscales alemanes dijeron el lunes que FinSpy había sido «descargado y desplegado en Turquía en hardware proporcionado previamente, seguido de capacitación sobre su uso». El acuerdo entre FinFisher y el gobierno turco tenía un valor aproximado de 5 millones de euros, según los fiscales.

Los cargos se presentaron pocos días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Turquía, en las que Kılıçdaroğlu se enfrentará al presidente Recep Tayyip Erdoğan.

La alianza de oposición de seis partidos de Kılıçdaroğlu, que tuvo un desempeño inesperadamente bajo en la primera ronda electoral el 14 de mayo, ha dicho constantemente que ha estado compitiendo en un campo de juego injusto, en parte porque Erdogan ha podido desplegar recursos estatales durante la campaña.

El presunto uso del software espía para los servicios de seguridad de Turquía en 2017 se produjo un año después de un intento de golpe de Estado contra Erdogan. El golpe fallido provocó una represión en el ejército, dentro del gobierno y en la academia.

El gobierno de Turquía no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la supuesta venta y uso del software FinSpy. Las personas acusadas, cuyos nombres no fueron revelados, no pudieron ser contactadas para hacer comentarios.

Los fiscales alemanes comenzaron a investigar a los cuatro sospechosos en 2019, cuando varias organizaciones de derechos humanos afirmaron que el software se estaba utilizando para atacar a la oposición en Turquía.

El software espía se colocó en un sitio web falso que pretendía estar asociado con la “Marcha por la Justicia” de Kılıçdaroğlu, que protestaba contra la purga posterior al golpe lanzada por el gobierno de Erdogan, según la denuncia inicial presentada por los grupos de derechos humanos a los fiscales.

FinFisher se declaró oficialmente en quiebra en 2021, después de casi una década de comercializar FinSpy, que puede acceder a los mensajes, llamadas telefónicas, cámara y micrófono del objetivo, y se ha vinculado a servicios secretos en todo el mundo.

La compañía fue pirateada en 2014 y WikiLeaks luego lanzó copias del software, describiéndolo como «malware de vigilancia alemán armado».

Los fiscales dijeron que 15 propiedades, alrededor de Munich y en Rumania, fueron allanadas como parte de la investigación.



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