Después de dos años de ausencia, Racing Aeolus finalmente se puede ver nuevamente esta semana en el dique en Den Helder. Al menos ese era el plan. Pero el primer día de carrera había poco que hacer contra el viento, porque no había ni un soplo de viento. El segundo día trae más éxito: el viento finalmente soplaba lo suficientemente fuerte como para seguir adelante.
Los participantes están muy contentos por esto, porque estudiantes de todo el mundo han venido a Den Helder para participar en la carrera. De Egipto, Canadá y Dinamarca, pero también de Amsterdam. Algunos habían estado trabajando en su coche de carreras especial durante meses, aprovechando el viento en contra para avanzar.
Y es por eso que el primer día de carrera fue una decepción para los participantes. Desafortunadamente, el clima es incontrolable: ayer, incluso en Den Helder, casi no había viento. “Hay que pensar en al menos 2-3 metros por segundo para hacer girar las aspas de la turbina eólica”, explica Hans Verhoef, presidente de Racing Aeolus, “pero desafortunadamente eso no sucedió ahora”.
Afortunadamente, los equipos pudieron comenzar hoy. Los competidores están listos con su auto en la salida a partir de las 11 y media de la mañana. “Es un desafío divertido”, dice el participante Stef van der Meer, “solo estás jugando hasta que funciona”.
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Múltiples oportunidades
Los estudiantes participantes tienen varias oportunidades por día para llegar a la meta lo más rápido posible. El jueves es el último día de carreras. El equipo de la Hogeschool van Amsterdam tiene mucha confianza en su coche y espera un buen resultado. “Ciertamente hay competencia, pero con poco viento a menudo podemos conducir un poco mejor que otros equipos”, explica Stef van der Meer.