Ahora que los precios del gas en Europa están subiendo a niveles sin precedentes y el precio del combustible para calefacción sigue siendo alto, los belgas buscan en masa alternativas de calefacción económicas. Después de que a principios de este año se hiciera evidente que la venta de estufas estaba en auge, ahora le sigue la demanda de leña.
Los comerciantes no pueden satisfacer la demanda. Debido a la invasión rusa en Ucrania, los altos costes de transporte y los compradores chinos en el mercado europeo, la oferta es muy escasa. El resultado es una explosión de precios sin fin a la vista. Mientras que un palet de madera dura de 2 metros cúbicos costaba unos 250 euros el año pasado por esta época, ahora paga fácilmente 500 euros por él.
La fiebre no se limita a la leña. Fedustria, la federación de la industria textil, de la madera y del mueble, ve tendencias similares en el mercado de pellets de madera.
Quemar leña o pellets de madera puede ser más barato, pero de ninguna manera es sostenible. La combustión de la madera va acompañada de la emisión de CO2, material particulado y otras sustancias nocivas. Estos no solo son perjudiciales para el medio ambiente, sino también para la salud.