La legionella es causada por una bacteria que crece en agua con una temperatura de entre 20 y 50 grados. Si esa agua se transporta por el aire en pequeñas gotas de agua, las personas pueden respirar la bacteria e infectarse. Entonces pueden surgir problemas en sus pulmones. La mayoría de las personas tienen síntomas similares a los de la gripe, pero en casos raros se puede desarrollar una neumonía grave. Las personas con problemas de salud, los ancianos y los fumadores tienen, por tanto, un mayor riesgo de enfermarse gravemente.