Los jugadores de bolos se sorprendieron con una broma clásica. El Campeonato Mundial de Bowling sobre césped en Gran Bretaña dio un giro incómodo cuando, en medio del partido de semifinales, los altavoces del estadio de repente comenzaron a emitir sonidos sexuales a todo volumen. Harry Goodwin y Stewart Anderson, quienes jugaron el partido, se sorprendieron por lo que escucharon y el juego se detuvo por un tiempo.
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Feroces ruidos sexuales salieron a la luz en el Mundial
