Con el corte de la cinta tricolor a la entrada del pueblo instalado en el lago Eur en Roma, “Fenix”, el Festival Nacional de la Juventud (el movimiento juvenil de los Hermanos de Italia) se inauguró oficialmente el 29 de junio y finaliza el domingo. El título de la edición de este año es “Lo llamaremos el futuro. Coordenadas para llevar a Italia a lo más alto”. Los invitados del primer día fueron el alcalde de Roma Roberto Gualtieri y el presidente del Senado Ignazio La Russa (“La llama en el símbolo -dice entre otras cosas- es una consecuencia, lo importante es tener una llama en el corazón que arde por nuestra patria”) que está dirigido a un público muy joven (el último recién llegado tiene apenas 14 años) que hasta minutos antes se encontraban ocupados montando el “pueblo” del evento.
La organización del evento
Entre gradas, tarimas, sofás, doble escenario, zonas de relax, mesas de ping pong y juegos para niños. El calor romano no detiene a los aproximadamente cien voluntarios que han llegado de toda Italia para el evento que marca “el cambio de ritmo”. «Hacemos las cosas a lo grande», dice satisfecho un chico. Por los altavoces se repite una playlist que reproduce los grandes clásicos de la canción italiana, desde Lucio Battisti a Fabrizio De Andrè, desde Pino Daniele a Rino Gaetano, hasta los nuevos éxitos de Sanremo. No falta Lucio Dalla, cuyo “Futura”, según algunos, inspiró el título del evento.
El amor por la tradición tolkeniana
Todos los militantes visten la camiseta oficial de la Juventud Nacional, ya sea blanca, roja o verde. Algunos llevan frases como “patriota” y “los italianos primero”. Los mismos eslóganes de tazas y pines que se venden en los stands. En la de los libros dominan D’Annunzio, Mishima y Almirante. El presidente del movimiento, Fabio Roscani, diputado de la FdI nacido en 1990, no oculta su amor por la tradición tolkeniana. Y asegura: “Entre nosotros los verdaderos héroes modernos son Falcone y Borsellino, ante los cuales vibran las cuerdas del alma”.
Comparación con Atreju
El enfrentamiento con Atreju, el partido juvenil de derecha que consagró el naciente liderazgo de Giorgia Meloni y tantos otros, ahora máximos exponentes de la FdI, es inevitable. Roscani no tiene dudas: “Si una generación Fenix crece junto a la generación Atreju, protegeremos la historia de la derecha italiana”. El diputado tiene ganas de reiterar que Fénix no es “una alternativa al Atreju”. Los mayores del partido explican que este año también, tras un paréntesis, el evento volverá en septiembre. Ningún conflicto, pero la manifestación, entre los más jóvenes, es vista como un evento de fiesta, de los “grandes”. Los jóvenes de la FdI reivindican Fénix como lugar del movimiento juvenil.
Incluso Travaglio entre los invitados.
“El movimiento siempre ha tenido un espacio de autonomía, pero no de independencia”, especifican los chicos, que se definen como “puros melonianos”. Pero los militantes están dispuestos a señalar que esto, como Atreju, es un evento abierto a la discusión. Desde el alcalde Roberto Gualtieri, hasta Marco Travaglio habrá oportunidades para un amargo debate. Luego, en el calendario, los paneles con varios ministros: entre otros, Tajani, Roccella, Crosetto, Bernini, Valditara, Fitto, Sangiuliano. También se espera a los jóvenes de Vox.