Federer y sus dieciséis años de lágrimas, de alegría o de dolor

El río se desbordó a los pocos segundos del final del doblete perdido ante Tiafoe y Sock, con aquel abrazo al compañero Nadal que supuso el final de su carrera. Las lágrimas de Roger Federer, ayer en el O2 Arena, ni siquiera figuraban en la lista, tanto por el momento, objetivamente emocionante, como porque el suizo no es precisamente nuevo en las lágrimas durante celebraciones o premios. Si a Rod Laver se le une esto, el llanto está asegurado.



ttn-es-14