Bonita anécdota de Roger en su reciente visita al All England Club: “Me estaba preguntando si era socio, pero no tenía mi tarjeta conmigo”. Mientras tanto, el suizo corre el riesgo de perder su intimidad en la villa de Lugano
La carrera de Roger Federer terminó hace dos meses y medio, pero el suizo no deja de viajar por el mundo. Ha estado en Tokio y ahora está en Estados Unidos, donde también asistió al partido de la NBA entre los Brooklyn Nets y los Boston Celtics. En los Estados Unidos, el suizo participó en una entrevista televisiva en el “Daily Show” de Trevor Noah. En la que contó una divertidísima anécdota sobre otra etapa reciente, en Wimbledon, testimoniada también por una publicación en redes sociales. Bueno: el suizo fue inicialmente rechazado.
LA ANÉCDOTA DE WIMBLEDON
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Esta es la historia de Federer: “Nunca he estado en Wimbledon cuando el torneo no está en marcha. Fui hasta la puerta, por donde suelen entrar los invitados. Salí del auto y le dije a Severin Luthi que iría a hablar”. a la seguridad”. De ahí la compleja conversación: “Le pregunté al guardia si podía entrar y me respondió que necesitaba una tarjeta. La tengo, cuando ganas en Wimbledon automáticamente te conviertes en miembro. Pero él está en alguna parte de su casa, repitió que yo tenía ser miembro. Así que la vi por última vez y me asusté, me sentí culpable. La miré y dije: ‘He ganado este torneo ocho veces, créeme, soy miembro. ¿Por dónde debo entrar?'”.
LA VILLA EN LUGANO
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El rey se desnudó. Y lo que es más, ahora podrá perder su privacidad en la supervilla de Lugano: la administración de Rapperswil-Jona, de hecho, ha pedido que se permita el paso de peatones en una parte del paseo marítimo incluida en la propiedad como condición para dar su aprobación. a las obras que Roger y su familia quieren construir, incluida una cala privada tallada directamente en la orilla del lago.
EL ADIÓS AL TENIS
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Durante el “Daily Show”, Federer también habló sobre el último torneo que jugó: “Mi esperanza era jugar dobles con Rafa. Lo llamé después del US Open: fue una conversación muy emotiva, porque era una de las primeras veces”. Le comuniqué mi decisión a alguien que no fuera de mi equipo ni de mi familia. Lo llamé y le dije: ‘Hola Rafa, antes de que hagas otros compromisos, me gustaría que vinieras a la Laver Cup a jugar mi último partido de dobles contigo. Sería genial porque, lamentablemente, mi rodilla ya no está bien y creo que esto es el final”. Rafa se quedó sin palabras y luego respondió: “Ok, sí. Estaré allí, pase lo que pase”.
9 de diciembre – 11:36
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