Federer, ni siquiera un saludo en Basilea: "Gracias por la invitación, pero es demasiado pronto."

El suizo que se despidió del tenis en la Laver Cup de Londres era esperado en su ciudad natal pero aún tiene que metabolizar las emociones londinenses

En un principio parecía que la gran despedida sería en su casa, el Basilea, el último torneo de una gloriosa carrera. En cambio, la rodilla derecha, operada en tres ocasiones, trastocó los planes de Roger Federer. El Magnífico, como todo el mundo sabe, se despidió del tenis entre lágrimas en el O2 Arena de Londres, en “su” Laver Cup, el desafío entre Europa y el resto del mundo organizado por su agencia Team8. Pero en su casa habrían esperado verlo al menos aparecer para un saludo final dentro de las paredes amistosas. No será así. Roger no solo no jugará el torneo, como se anunció con mucha antelación, sino que ni siquiera asistirá al Swiss Indoors, programado en su ciudad natal del 22 al 30 de octubre.

Demasiado pronto

“Agradezco a los organizadores su propuesta -dijo la campeona de 20 Grand Slam-. Celebrar en mi casa sería de especial importancia, pero lamentablemente esta cita llega demasiado pronto en comparación con Londres”. En resumen, necesitamos metabolizar, el impacto emocional (y mediático) del saludo de tenis con los Fab4 reunidos fue demasiado fuerte. Sus lágrimas y las de Nadal, los 20 mil del O2 Arena, las televisiones conectadas en todo el mundo: esta fue sin duda la despedida más digna para un icono mundial, propiedad de todo el mundo del deporte. Sin embargo, la prueba bajo techo sigue siendo del más alto nivel: estará Carlos Alcaraz, jovencísimo número 1 del mundo, y también estará Casper Ruud, el noruego que disputó dos finales de Grand Slam este año y acabó derrotado por otras tantas. Españoles: Rafa Nadal en Roland Garros y Carlitos en Nueva York.



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