La pelea tuvo lugar en el campo del KSV De Ruiter en Roeselare, durante un partido entre el equipo local No Limits y el FC Scorpio de Langemark. Con el 4-2 el ambiente cambia completamente tras una tarjeta roja.
Un jugador recibe un cabezazo, otro recibe fuertes patadas en la cabeza. Una ambulancia y la policía deben llegar al lugar.