El FC Bayern vive una amarga realidad con la eliminación de la copa. Esto demuestra que Uli Hoeneß se equivocó con su promesa prematura.
La verdad que ahora ha salido a la luz duele desde el punto de vista de los muniqueses. La mejor semana de juegos fue una dura y amarga prueba de la realidad para ellos. En números dice lo siguiente: 1-0 contra PSG, 1-1 contra BVB, 0-1 contra Leverkusen. Sin la copa, el Bayern experimentó un verdadero aterrizaje forzoso después de su racha de siete victorias seguidas sin encajar ningún gol. El primer título ya se ha vuelto a perder.
El principal culpable de esto es sin duda el capitán Manuel Neuer, que provocó la derrota con su impetuosa e innecesaria tarjeta roja en apenas 17 minutos. Luego su equipo hizo un buen partido a pesar de estar en inferioridad numérica. Sin embargo, el Bayern acabó eliminado anticipadamente de la copa por quinta vez consecutiva. Y sobre todo contra el campeón defensor Leverkusen, que también destronó al Bayern como campeón la temporada pasada. Por supuesto, Neuer no es el único culpable de esto. En esto también influyen algunos de los responsables y responsables del club.
El objetivo declarado del campeón récord antes de esta temporada era recuperar el estatus del Leverkusen como número uno de Alemania. En la copa, el equipo de Múnich ha fracasado estrepitosamente con este plan. Esta parte de la verdad duele especialmente al Bayern. Esto también se pudo ver el martes por la noche en la cara del patrón del club, Uli Hoeneß, que sufrió en las gradas y se dejó llevar por sus propias declaraciones grandilocuentes. Ante el liderazgo del Bayern en la Bundesliga, Hoeneß había prometido públicamente recientemente el campeonato y había dicho que podían sentarse a esperar el regreso a convertirse en el líder del sector a nivel nacional.
El Leverkusen demostró de manera impresionante a Hoeneß lo equivocado que estaba. Tras el empate del Bayern en Dortmund, el Leverkusen se sitúa al menos a siete puntos del líder de la Bundesliga. El campeonato no será un éxito seguro para el Bayern.
La Semana de la Verdad proporcionó a los muniqueses ideas aún más desagradables. Por un lado, la tendencia de resultados negativos continuó en los mejores partidos contra rivales de primer nivel. Los duelos con el FC Barcelona (1-4) y Aston Villa (0-1) ya se habían perdido, los duelos con el Frankfurt (3-3) y en la Bundesliga contra el Leverkusen (1-1) no se pudieron ganar.
Además, volvió a quedar patente la dependencia del Bayern del delantero Harry Kane, que se lesionó temprano en Dortmund y por ello se perdió el partido de copa. Sin Kane, al Bayern le falta penetración en ataque y el técnico Vincent Kompany se ve obligado a improvisar con los centrocampistas. Después de todo, actualmente no hay ningún delantero centro real en su equipo como respaldo para Kane.
El director deportivo Max Eberl y el director deportivo Christoph Freund, que están planificando la plantilla del Bayern, deberían reconsiderar esto urgentemente de cara al mercado de fichajes de invierno. De lo contrario, la próxima amarga realidad pronto podría ser inminente.