La iniciativa independiente Fairtrade, junto con la Sociedad para la Cooperación Internacional (GIZ), la Alianza para Textiles Sostenibles y la empresa de moda Primark, Hch. Kettelhack, Hugo Boss, Takko y Tex Idea iniciaron un proyecto para mejorar las condiciones laborales en el sector textil de Pakistán por primera vez.
“Aunque Pakistán ya cuenta con legislación sobre derecho laboral, manejo de quejas y trato con sindicatos tanto a nivel provincial como federal, la escasa seguridad laboral, los bajos salarios, las horas extraordinarias obligatorias y la falta de codeterminación siguen siendo parte de la vida cotidiana en muchas fábricas de ropa. Las opciones de denuncia utilizadas son a menudo insuficientes o las inspecciones se realizan muy raramente”, dice Fairtrade, resumiendo las condiciones iniciales en un comunicado.
Por lo tanto, el proyecto “Fortalecimiento de las estructuras internas de quejas en Pakistán” desarrollado como parte de la Alianza para los Textiles Sostenibles tiene como objetivo apoyar a las fábricas textiles en la creación de estructuras internas de quejas que funcionen o en el desarrollo de los mecanismos existentes. La implementación in situ está coordinada por Fairtrade Alemania.
Hasta 20 fábricas textiles recibirán capacitación como parte del proyecto, aprovechando la experiencia del programa textil Fairtrade implementado en India. Las fábricas paquistaníes también recibirán ofertas de apoyo individuales adaptadas a sus necesidades, que se implementarán con la ayuda de un equipo de expertos locales.
También existen cursos de formación para trabajadores, en los que se les informa sobre sus derechos y cómo hacer frente a los mecanismos de reclamación, u ofertas especiales para que la dirección los sensibilice sobre las necesidades de los trabajadores.
La instalación de canales de quejas que funcionen es uno de los principales objetivos que permitirán a las fábricas resolver incidentes y quejas en conjunto en diálogo con los empleados en el futuro.
El sector textil y de la confección de Pakistán emplea a unos 15 millones de personas, en su mayoría hombres, y es la industria más importante del país.