Después de que él con comercio justo (2020) su serie de exitos matrioskas (2005) ya se había rehecho ligeramente, Marc Punt ahora continúa con una temporada de seguimiento completamente innecesaria suya -en ese momento también bastante diluida- Matrioskas 2número de nuevo. Con un personaje principal más liviano que el primer volumen y un guión tan pésimo e infantil que parece como si un niño pequeño hubiera comido sopa de letras y luego la hubiera vuelto a vomitar.
Este es el tipo de serie donde dos policías de la misma fuerza se juegan sus cheques de pago y van a las putas en – de todos duchas de cabina que es rico en todo el Gran Amberes, exactamente la misma tienda, que también es fundamental para un archivo que siguen. En el que se escucha a un mono derechista defendiendo la legalización de la cocaína. En el que un personaje lésbico responde “Lo pensaré” para cambiar de tema cuando un hombre le pregunta si no quiere tener las dos cosas. Y en el que la enésima coincidencia en la trama es comentada por uno de los propios personajes como “¿Es eso una coincidencia?” Un pedacito de Amberes, del que pasa revista todo un pelotón Comercio Justo 2: El camino de regresodiría: “¿Zwáánze die naa orwa?”
Que sopa Sin duda, Punt ha lucido bien en la serie americana hace quince años El escudo porque le debe haber parecido muy bonito sacar a la pantalla a un puñado de policías, todos mental y moralmente podridos a su manera. Con la comisionada en jefe Robin De Rover (Ella-June Henrard) a la cabeza, quien cruza sin problemas los límites morales como si fuera una broma. Y por tanto -en altercados de los que los guionistas de Familia se avergonzaría – tiene más y más problemas con su novia.
Ése es el único hilo desenredable de una maraña en la que los personajes entran sin motivo aparente y, normalmente con violencia, en una serie de tiroteos bien retratados, también vuelven a marcharse. Raros que regresan de repente de la primera temporada, asesinos a sueldo de mocro que de repente empiezan a ametrallar cosas sin que hasta ese momento se haya visto ni un solo marroquí: así transcurren los hechos de comercio justo 2 constantemente en todas direcciones, como un barco de Flandria en un Escalda decididamente turbulento.
Los únicos puntos brillantes en comercio justo 2 todavía tienen un alivio cómico cuando ven a Peter Van Den Begin, quien regresa como el mafioso Patrick “De Pater” Paternoster, frases como“¡Maldita sea, ey!” oye gritar en su característico piso Aantwaarps, pero eso también es un truco que poco a poco ha ido superando su fecha de caducidad después de dos décadas.
Comercio Justo 2: El camino de regreso se puede ver en Streamz.