Una violenta tormenta azotó Hungaroring. El más afectado fue el equipo británico, que vuelve a tener problemas en su base tras el incendio en España
Incluso antes de comenzar el GP de Hungría, Hungaroring parece haber encontrado un protagonista inesperado: todo es culpa de la lluvia torrencial. De hecho, el miércoles 17 de julio una violenta tormenta azotó el circuito que acogerá este próximo fin de semana la decimotercera prueba del Mundial de F1 2024. Las precipitaciones fueron intensas, hasta el punto de inundar completamente el circuito. Así lo demuestran las imágenes publicadas en las redes sociales por algunos miembros de los equipos ya presentes en la pista húngara.
DAÑOS Y PERJUICIOS
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Las fotos y vídeos se centran en los paddocks y pit lanes, los puntos más altos del Hungaroring, atravesados por pequeños ríos. Y, como insinuó el técnico de Red Bull, Calum Nicholas, en una historia de Instagram, la cantidad de agua presente en el resto de la pista habría sido aún mayor. Pero eso no es todo: además del fuerte aguacero, también llegó granizo al circuito. La tormenta fue violenta y dañó el techo del edificio de hostelería de McLaren. Un período desafortunado para el equipo de Woking, que tuvo que lidiar con un incendio en su estructura principal en Montmelò, España.
MEJORA
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En cualquier caso, la situación no preocupa a los organizadores. De hecho, inmediatamente después de la tormenta apareció el sol, que debería acompañar a la F1 durante todo el fin de semana. De hecho, la temperatura parece destinada a aumentar, volviéndose abrasadora de cara al GP de Hungría, con máximas superiores a los 30°. Por lo tanto, no faltaría tiempo para dejar que la pista se seque y permitir que el fin de semana transcurra sin problemas en Hungaroring.