Un expresidente de Perú, Alejandro Toledo, será extraditado a Perú para enfrentar cargos de corrupción luego de entregarse a las autoridades estadounidenses el viernes.
Toledo, quien gobernó el país, un importante productor de cobre, entre 2001 y 2006, se entregó a agentes federales en California el viernes por la mañana, un día después de que un juez federal en Washington negara su intento de bloquear la extradición, poniendo fin a un año. larga batalla legal.
“Pido a la justicia peruana que no me maten en la cárcel”, dijo Toledo en una entrevista con la agencia EFE el jueves, antes de entregarse. “Déjame pelear con argumentos”.
Se espera que Toledo, de 77 años, sea trasladado a Lima, la capital de Perú, en dos o tres días, dijo a los medios locales la fiscal de Perú, Silvana Carrión.
El expresidente está acusado de recibir al menos 25 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de facilitar contratos públicos. Los fiscales en Perú buscan una sentencia de 20 años para Toledo, quien ha negado los cargos.
Si es detenido antes de un juicio en Perú, como lo solicitaron los fiscales, sería el tercer expresidente del país tras las rejas.
Alberto Fujimori cumple condena por peculado y abusos contra los derechos humanos cometidos durante su gobierno autoritario del país entre 1990 y 2000. Pedro Castillo, quien fue detenido en diciembre pasado tras intentar cerrar el Congreso y gobernar por decreto, se encuentra en prisión preventiva en el misma instalación militar en las afueras de Lima.
Toledo es el cuarto expresidente de Perú en ser atrapado por el escándalo Odebrecht, uno de los casos de corrupción más grandes que ha golpeado a América Latina, con políticos implicados en México, Colombia, Brasil y Argentina, entre otros.
Otros dos expresidentes de Perú, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, enfrentan cargos de recibir sobornos de la empresa, mientras que Alan García, quien gobernó el país desde 2006 hasta 2011, murió después de dispararse en la cabeza cuando la policía llegó para arrestarlo. a él.
Toledo ha estado viviendo en el Área de la Bahía de EE. UU. desde 2016. Fue arrestado en su casa en Menlo Park, California, en julio de 2019 luego de una solicitud de extradición de Perú. Desde entonces, pasó un tiempo en régimen de aislamiento en la Cárcel de Santa Rita y fue trasladado a arresto domiciliario en 2020. Nunca fue acusado en los Estados Unidos.
El gobierno de Toledo recibió elogios por supervisar el rápido crecimiento económico y guiar al país hacia la democracia luego del mandato autoritario de Fujimori. Sin embargo, su próxima extradición es una señal del fracaso de Perú en la transición completa hacia una democracia estable, advirtieron los analistas. El país está atormentado por la inestabilidad política, habiendo tenido seis presidentes en los últimos cinco años.
“Perú necesita un golpe para revivir la confianza en su política, sus políticos y sus partidos”, dijo Rodolfo Rojas, analista de Sequoia, una consultora de riesgo político con sede en Lima. “Ese será un proceso largo lleno de incertidumbre”.