Katrien Vangaever y Martin Gobyn viven en el corazón de Brujas. En los años sesenta transformaron una antigua maltería en una casa donde vivir durante mucho tiempo, con ascensor, mucho espacio para una silla de ruedas en caso necesario y sin umbrales para, por ejemplo, la terraza o la ducha.
Martin Gobyn: «Tengo la enfermedad de Behtref, así que sé que de repente tendré dificultades para caminar. Y entonces puede que necesite una silla de ruedas. Por eso también optamos por algo a lo que se pueda acceder con ascensor y donde se pueda desplazarse fácilmente una silla de ruedas.»
«También tenemos muchas puertas correderas», añade Katrien Vangaever. «Una puerta corredera siempre es más fácil de abrir que una puerta que hay que apretar para entrar con una silla de ruedas».