Unos cuantos Bentleys y Rolls-Royces justo en frente de la puerta, algunas copias de Delvaux y Louis Vuitton en la mesa auxiliar. ‘Le grand chic’ de Knokke y sus alrededores también se presentó esta tarde en gran número en el renovado hotel de lujo ‘La Réserve’ de Knokke para finalmente poder inspeccionar la tan discutida brasserie de Peter Goossens en todos los aromas y colores posibles. También conseguimos una mesa en ‘La Rigue’ para el primer turno del primer día. Mientras el gran jefe Bart Versluys observaba discretamente desde un taburete de la barra todo el tiempo, los invitados a la mesa arrullaron con sorpresa, deleite y artesanía en tercer grado. Como nosotros. Hasta que nos dieron la cuenta.
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