Excelentes detenciones esta mañana en Otranto, en Salento: un alcalde en ejercicio, Pierpaolo Cariddi, suspendido del cargo de alcalde porque estaba sujeto a una prohibición de residencia desde el pasado 8 de julio, y su hermano Luciano, que lo había precedido, terminó en prisión en el mismo papel.
Junto a los dos, entre las 10 personas arrestadas por los Carabinieri y la Guardia di Finanza como parte de una investigación llamada “King Arthur” e involucrando a 60 sospechosos, también se encuentra el presidente de Federalberghi de Lecce, Raffaele De Santis. Para los detenidos, la acusación es, por diversos motivos, de asociación delictiva para la comisión de múltiples delitos contra la administración pública, corrupción electoral, estafa en el proceso penal, desvío, perturbación de la libertad de encantamientos y defraudación contra el Estado y la UE.
En total, los sospechosos son 60. Las investigaciones comenzaron en 2017 y las detenciones, realizadas por Carabinieri y GdF, que resultaron confirmar -según los investigadores- que el “modus operandi” de los funcionarios públicos investigados estaba “inspirado, en además de personal de enriquecimiento, para asegurar bases de consenso electoral a través de un manejo personalista de las unidades de poder tanto a nivel local como regional”.
La investigación también condujo al embargo preventivo de alojamientos turísticos, establecimientos balnearios, empresas de agroturismo, diversas unidades inmobiliarias y numerosas sumas de dinero, por un valor estimado de varios millones de euros, “autorizadas o ejecutadas ilegalmente -se dice en una nota – en violación de las normas de construcción y paisajismo ».
La investigación de la justicia de Salento habría sacado a la luz “un sistema asociativo consolidado de carácter político-empresarial corruptor, que durante algún tiempo habría impregnado una determinada administración municipal, involucrando a sus administradores y funcionarios “demasiado cercanos” a algunos empresarios con intereses económicos. en dicho centro, cultivadas a través de la adjudicación artificial de contratos y emisión de concesiones municipales que ofrecen diversos tipos de servicios públicos, incluso para asegurar una “bolsa de votos” para el apoyo electoral recibido por algunos de los sospechosos, así como ventajas económicas y patrimoniales para los descansar “.