Un ex empleado de ASML acusado de robar datos confidenciales se ha unido a las filas de Huawei, según información del diario holandés NRC. La empresa, conocida por ofrecer…
Un ex empleado de ASML acusado de robar datos confidenciales se ha unido a las filas de Huawei, según información del diario holandés NRC. La empresa, conocida por ofrecer máquinas de fotolitografía dedicadas a la fabricación de semiconductores de última generación, se había alineado con las restricciones estadounidenses a las exportaciones a China.
Después de robar datos confidenciales de ASML, ahora trabaja para un gigante tecnológico chino
En febrero pasado, ASML informó “ apropiación indebida no autorizada de datos relacionados con tecnología patentada por parte de uno de sus antiguos empleados con sede en China “. El ex empleado había robado datos del software utilizado por la empresa para almacenar información técnica sobre sus máquinas. Tras su salida, se habría comprometido con Huawei. No hay indicios de que esta persona todavía trabaje allí.
Por su parte, la sociedad holandesa está soportando el peso de la rivalidad geopolítica y tecnológica entre China y Estados Unidos. ASML ocupa un papel central en la cadena de suministro global de chips, ya que es, con diferencia, el líder en máquinas de litografía ultravioleta extrema, necesarias para la fabricación de semiconductores avanzados.
Estados Unidos estaba preocupado por esta filtración de información dentro del Reino Medio. En octubre de 2022, la Administración Biden intensificó sus restricciones a la exportación de semiconductores avanzados, impidiendo a las empresas chinas obtenerlos o conseguir máquinas que permitieran su fabricación de entidades estadounidenses o aliadas.
Los Países Bajos habían decidido alinearse, lo que obligó a la ASML a estar más alerta. “ ¿Deberíamos ser muy conscientes de la fuga de conocimientos técnicos y de la propiedad intelectual? Mas que nunca”, declaró Peter Wennink, director ejecutivo de la empresa.
Estados Unidos desconfía cada vez más de Huawei
En las últimas semanas, las sospechas de Washington en torno a Huawei han aumentado. El grupo chino lanzó su último smartphone, el Mate 60 Pro, en septiembre. Muchos medios del Reino Medio no tardaron en elogiar uno de sus componentes, el procesador Kirin 900. Al desmontar el dispositivo, los especialistas revelaron que este chip estaba grabado en 7 nanómetros, una tecnología que no se espera que las empresas chinas dominen.
Para lograrlo, Huawei se habría basado en una red discreta que le habría permitido eludir las sanciones estadounidenses involucrando a SMIC, el mayor fabricante de semiconductores de China y principal proveedor de la empresa.
Este avance logró sembrar dudas en la Casa Blanca sobre su capacidad para frustrar las ambiciones tecnológicas de Beijing. Desde entonces, el Departamento de Comercio de EE.UU. ha vuelto a reforzar sus sanciones a las exportaciones, esta vez dirigidas a chips de IA restringidos destinados al mercado chino.