Una norma de la UEFA provocó una situación extraña para los futbolistas de Bodö/Glimt: tuvieron que hacer un viaje de un minuto en autobús.
El fútbol “grande” a veces produce resultados extraños, como lo han descubierto ahora también los “pequeños” campeones de fútbol noruegos Bodö/Glimt. Como todos los demás pateadores de la Europa League, los profesionales del extremo norte tienen que viajar a sus partidos en casa en el autobús del equipo, aunque el viaje sea de sólo 220 metros.
¿No lo hay? ¡Hay! Y así se veía antes del inicio de la jornada liguera del miércoles contra el FC Porto (3-2): los jugadores alrededor del cedido del Frankfurt Jens Petter Hauge se reunieron frente a la sede de la administración regional para partir a las 17:05, algunos viajaron. Con ellos llegó el coche, otros llegaron a pie. Exactamente un minuto después, a las 17.06 horas, el autobús llegó al estadio de Aspmira.
¿Por qué todo el circo? “La UEFA quiere que nos reunamos. Por eso lo hacemos así”, dijo el director del equipo, Truls Bjerke, a la emisora noruega NRK. Como es habitual en la Eurocopa o la Liga de Campeones, en las televisiones deberían aparecer imágenes de la llegada de los futbolistas bajando del autobús.
Los pateadores lo aceptan encogiéndose de hombros. “Se trata del sentimiento de comunidad, de reunirse para el partido. Quizás lo del autobús sea un poco tonto, pero así es como nos sentimos un poco cómodos en los 30 segundos”, dijo el defensa Villads Nielsen. El extremo izquierdista Hauge añadió: “Nos han dicho que así son las cosas, así que no desperdiciaremos más energía en ello”. ¿Pero no es eso extraño? “Sí, pero así es como es”.
Por cierto, algunos de los jugadores caminan hasta el estadio para los partidos de liga. Y en la Europa League tampoco se necesita billete de vuelta: el viaje a casa después de los partidos es “individual”.