Un pasaporte fitosanitario de este tipo garantiza que los productores de lúpulo flamencos también puedan comercializar sus productos dentro de la UE. “Nuestros productores de lúpulo llevan tiempo trabajando en su propio programa de mejora”, afirma Vandromme. “Poperinge es el epicentro belga del lúpulo. Junto con los productores de lúpulo, las entidades que nos acompañan y la ciudad de Poperinge, trabajamos desde hace muchos años para lograr una posición fuerte y orientada al futuro en el mercado internacional del lúpulo”.
El sistema de certificación que ahora se está creando garantiza la autenticidad varietal y la calidad general del material.