Pagar con un euro digital debería ser posible en todas partes de la eurozona. Por lo tanto, los usuarios pronto podrán abrir una cuenta para el e-euro en los bancos comerciales. Además, los minoristas están obligados a aceptar la moneda digital. Así lo afirma una propuesta de la Comisión Europea que se publicó el miércoles.
Europa ha estado trabajando en una versión digital del euro desde hace algún tiempo. Ahora ha hecho una primera propuesta sobre cómo debería tomar forma el e-euro. Es importante que la moneda sea accesible para todos.
El plan es que los consumidores puedan abrir una cuenta de euros digitales en bancos regulares como ING y ABN AMRO. Los bancos no pueden pedir dinero para esta cuenta. Por otro lado, no recibirá ningún interés sobre su saldo. Para aquellos que no pueden abrir una cuenta bancaria, por ejemplo, los refugiados, habrá un organismo separado al que podrán acudir.
Los minoristas deben aceptar euros digitales
Los legisladores quieren que los usuarios puedan ir a cualquier lugar en los países que utilizan el euro como medio de pago. Por lo tanto, los minoristas están obligados a aceptar la moneda digital. Se les permite cobrar una pequeña cantidad por esto, igual a las cantidades que ya usan para otros métodos de pago. Se hará una excepción para los pequeños minoristas que ahora solo aceptan efectivo. No tienen que aceptar el e-euro.
En términos de pagos, la UE está considerando una billetera digital (una billetera electrónica). Los usuarios podrían entonces pagar en la caja registradora con su teléfono o tarjeta de débito. El pago en las tiendas web también debe ser posible, al igual que las transacciones entre los propios ciudadanos, como se hace actualmente a través de Tikkies, por ejemplo.
También debería ser posible pagar fuera de línea. Piense en pagar con una tarjeta en una terminal de pago de un supermercado. Esto debería garantizar que aún sea posible pagar en caso de un ataque cibernético o una falla de Internet. Bruselas también espera que esto mejore la sensación de privacidad.
Preocupaciones sobre la privacidad
Hay muchas preocupaciones sobre esa privacidad. Los críticos temen que los políticos europeos pronto podrán ver en qué están gastando su dinero y, por lo tanto, introducirán restricciones. Así, por ejemplo, que no está permitido comprar alcohol, cigarrillos o comida poco saludable con el euro digital. Bruselas enfatiza que ciertamente no tiene la intención de introducir tales restricciones. En parte por esta razón, el sistema de cuentas bancarias y pagos funciona a través de bancos comerciales y no a través del Banco Central Europeo (BCE).
Bruselas ha estado trabajando en un diseño para el euro digital desde hace algún tiempo. Esto se debe a que el pago electrónico, por ejemplo con tarjeta de débito o teléfono, es cada vez más importante. Pero ese dinero electrónico lo emiten los bancos regulares, el BCE solo emite el efectivo. Como resultado, Bruselas tiene cada vez menos control sobre el sistema de pago.
La aparición de las criptomonedas también juega un papel, especialmente porque varios otros países, incluida China, también están trabajando en su propia moneda digital. Otro factor es que muchos sistemas de pago populares, como Visa, Mastercard o Apple Pay, no son propiedad de empresas europeas.
La implementación tomará al menos cinco años.
Hay expertos que dudan de que la introducción de un euro digital sea una buena idea. Señalan que los sistemas de pago actuales funcionan bien y que no es necesario en absoluto un medio de pago adicional. Además, argumentan que un euro digital nunca podrá ofrecer tanta privacidad como el efectivo.
Todavía está lejos de ser seguro que se introduzca el euro digital. El Parlamento Europeo y también los Estados miembros todavía tienen que debatirlo extensamente. La decisión final la toma el BCE. Sin embargo, la expectativa es que la introducción de la moneda digital no se lleve a cabo antes de 2028 de todos modos.