Eterna Legnante, un podio de alegría: «Feliz de haber confirmado la plata. Y no es mi especialidad»


Con 38.01 es segunda en el disco, como ya en Tokio: la última parada de una historia que parte del oro europeo de 2007 en Birmingham y pasa por el renacimiento Paralímpico de 2012.

Simone Corbetta

3 de septiembre – 20.56 h – MILÁN

¡Oh Capitán! ¡Mi capitán! El atletismo paralímpico toca la primera campana del día, junto a ella, Assunta Legnante. Una plata que llega al disco, con una medida de 38,01 m, confirmando el mismo metal conquistado en Tokio en 2021 (40,25 m, Récord Europeo). Un partido que no empezó de la mejor manera, también gracias a la lluvia que azotó el Stade de France de Saint Denis, con dos tiros nulos. En el tercero la campeona napolitana toma la medida, lanzando a 36,07, y en el cuarto consigue la medalla. Frente a ella, la rival de Tokio, la china Zhang, que consigue lanzar el disco en 39.08.

“En cierto momento corrí incluso el riesgo de no llegar al final de la carrera porque la plataforma estaba muy resbaladiza por la lluvia y había marcado dos ceros – afirma -. Sin embargo, estaba tranquilo porque éramos ocho y tenía 4 lanzamientos más, así que empujé de inmediato. Entonces ya sabemos, ésta no es mi especialidad…». Satisfecho pero no demasiado: «Estoy feliz de haber confirmado la plata en Tokio, pero hay pesar, porque tengo medidas importantes en mis brazos, incluso superiores al récord mundial actual, pero lo que haces en los entrenamientos no cuenta, en la carrera es una historia diferente.» Dos vidas, las de Assunta, que giran en torno al atletismo. Nacida con un glaucoma congénito, que poco a poco la llevó a perder la vista, «Cannounce», apodada así por su exuberante físico (1,89 m), ha tenido importantes satisfacciones tanto en la actividad olímpica, ganando también un oro europeo en peso en el Campeonato de Europa en pista cubierta de Birmingham en 2007 (18,92 m), y a nivel Paralímpico, a partir de 2012. Mientras tanto, sus problemas visuales empeoraron, lo que la llevó a pensar en abandonar su carrera competitiva en 2009.

El resurgimiento paralímpico

En 2012 llegó al Anthropos de Civitanova Marche, donde reside actualmente, de la mano de Nadia Checchini, entrenadora de Fispes, y se inició en el atletismo paralímpico. En los Juegos de Londres 2012, Assunta ganó el oro en la categoría de peso. F11-12 (16,74 m), estableciendo también el récord mundial. Respondió en Río, donde lanzó 15,74 m y quedó cuarta en disco, mientras que en Tokio logró ganar la medalla de plata en ambas carreras, estableciendo el récord europeo en disco (40,25 m). La plata de hoy le deja un poco de mal sabor de boca, pero está dispuesta a darlo todo en la competición de lanzamiento de peso: «No puedo perder, el único objetivo es el oro. Sé que puedo hacerlo – afirma -, la única que puede causar problemas es la uzbeka Safiya Burkhanova (oro en Tokio con 14,78m), pero sé que puedo hacerlo bien y tengo medidas importantes en mis brazos». Sobre el futuro: “Llegará el momento en el que tendré que parar, el cuerpo de un deportista competitivo después de 35 años de deporte empieza a tener algunas dolencias, pero mientras sea competitivo seguiré compitiendo. ¿Los Ángeles? Por supuesto que quiero ir, nunca he visto América y es un gran sueño para mí – dice -. Por supuesto, tampoco lo veré en 2028, ¡pero aún así quiero ir!”, bromea.





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