Según los hallazgos de los institutos de investigación económica KfW Research e Ifo, el sector minorista alemán también sufre por la falta de personal especializado. En consecuencia, en el cuarto trimestre, el 40,6 por ciento de las empresas minoristas encuestadas se quejaron de que las actividades comerciales se vieron “obstaculizadas por la falta de trabajadores calificados”.
Este es el resultado del estudio “KfW-ifo Skilled Workers Barometer”, cuyos resultados se publicaron el martes. Se basa en una encuesta a unas 9.000 empresas de diversos sectores. La semana pasada, el Centro de Competencia para Trabajadores Calificados (Kofa) del Instituto Económico Alemán (IW), citando sus propios hallazgos, advirtió sobre una intensificación de la escasez de trabajadores calificados en el comercio minorista.
Según el barómetro de mano de obra calificada KfW-ifo, los problemas son aún mayores en los sectores de servicios y manufactura que en el comercio. En estos segmentos, el 48,2 y el 42,1 por ciento de las empresas vieron lastrado su negocio por la falta de personal especializado. Entre todas las empresas encuestadas, la participación es del 45,7 por ciento.
KfW subraya la “necesidad de una inmigración dirigida al mercado laboral”
KfW también enfatizó que los déficits no podían ser eliminados por quienes actualmente buscan trabajo: la mitad de ellos “solo estaban calificados como ayudantes”, según un comunicado. Para evitar una carga cada vez mayor sobre la economía en general debido al envejecimiento de la población, KfW ve “la necesidad de una inmigración específica en el mercado laboral”.
Fritzi Köhler-Geib, economista jefe de KfW, pidió medidas apropiadas: “Alemania se enfrenta a un cambio estructural demográfico de dimensiones históricas”, dijo en un comunicado. “Con una inmigración neta cero, la cantidad de personas en edad de trabajar entre 20 y 66 años se reduciría en 9,3 millones, o un 18 por ciento, para 2040. Sin contramedidas rápidas y suficientes, la escasez de trabajadores calificados seguirá aumentando”.
El cambio demográfico es “de tan largo alcance que se deben abordar varias palancas simultáneamente para asegurar la prosperidad y al mismo tiempo dominar los principales desafíos, sobre todo la transformación hacia una economía verde y digital”, exigió Köhler-Geib. Además de la inmigración dirigida de trabajadores extranjeros calificados, también incluyó “un aumento en la participación en la fuerza laboral de todos aquellos que ya están en Alemania, a saber, mujeres, empleados mayores, aquellos con empleos marginales y desempleados”. Además, existe la necesidad de “una mayor productividad laboral que reduzca la necesidad de trabajadores calificados donde hay escasez de trabajadores calificados”, explicó el experto de KfW.