Los estudiantes se disputan el ministro de Universidad e Investigación Ana María Bernini por el uso de 600 millones de Pnrr confiados a particulares para crear casas de estudiantes. El alcalde de Milán habló sobre este tema, al margen del evento “Musa” (dedicado a los proyectos de sostenibilidad realizados por las principales universidades milanesas) José Sala, quien recordó el enfrentamiento actual con el gobierno sobre este punto y sobre los alquileres de corta duración que distorsionan el mercado inmobiliario. “Estoy hablando de residencias de estudiantes con el comisario de la Casa Pierfrancesco Maran para rehacer una llamada al Palacio Marino para estudiantes y rectores, porque el problema es evidente que no se puede resolver rápidamente, sino que hay que abordarlo”, dijo Sala.
Por eso, próximamente el Palacio Marino convocará un nuevo encuentro con estudiantes y rectores de las universidades milanesas sobre la cuestión de la emergencia habitacional. Para el alcalde, “limitar los alquileres de corta duración es un elemento, pero hay que hacer otras cosas – dice Sala – Las grandes ciudades deberían conceder volumétrica incluso por encima de lo que tenemos en nuestros planes, si el constructor deja al Municipio una parte de los apartamentos para dedicarlos a alquileres controlados para estudiantes. Es hora de hacer estas cosas. Es una cuestión de difícil solución, pero entiendo muy bien los motivos de los alumnos». Entre sus problemas está el «de las becas: sé que los fondos estatales hoy son insuficientes, pero no pueden serlo. Tienes que admitir que se ha hecho una promesa y por tanto tienes que encontrarla. La ley presupuestaria nacerá con grandes dificultades, pero me parece que forma parte del esfuerzo que hay que hacer», concluyó el alcalde de Milán.
Además de la ley de presupuesto, el municipio abre mientras tanto un expediente sobre residencias de estudiantes a su manera. El proyecto en el que está trabajando el Departamento de Vivienda es una especie de “alojamiento para estudiantes generalizado”. La razón lo demuestra cualquier estadística: el número de camas en Milán se ha disparado. Para poder permitirse una habitación individual hay que hacer un presupuesto 620 euros de mediamientras que aproximadamente la mitad se necesita para una cama doble (datos del centro de estudios Immobiliare.it).
La idea en la que trabaja el Palazzo Marino es prohibir las viviendas sociales desocupadas, tras una reurbanización, precisamente para estudiantes, garantizando precios más accesibles y calculados en función de los ingresos. Será una especie de “residencia de estudiantes generalizada”, como la llama Pierfrancesco Maran, concejal de Vivienda y Ordenación del Distrito.
Empezaremos lo antes posible con las primeras 300 casas, para 600 estudiantes, que podrá acceder a una habitación pagando entre 250 y 350 euros, según el Isee. Una cifra muy inferior a las residencias de estudiantes de gestión privada que ya existen o que se construirán.