Pugacheva (73) ha sido una gran estrella en la Unión Soviética y luego en Rusia desde la década de 1970. Hasta ahora, se ha abstenido de comentar sobre la guerra, pero su esposo, Maxim Galkin, se pronunció en contra de la redada. El presentador de televisión fue etiquetado recientemente como un “agente extranjero” debido a sus críticas.
Esa fue la razón por la que Pugacheva se solidarizó con su esposo el domingo. “Les pido que también me pongan en la lista de agentes extranjeros”, se dirigió al Ministerio de Justicia en Instagram. Llamó a su esposo una “persona honesta y ética”, que solo aboga por “la prosperidad, la paz y la libertad de expresión en su patria”.
Desde la invasión, Rusia ha estado tomando medidas enérgicas contra las críticas, con multas para los artistas que hablan en contra de la guerra. También corren el riesgo de que sus programas sean cancelados. Pugacheva y su esposo abandonaron Rusia después de que comenzó la guerra y se establecieron en Israel. Según la agencia de noticias estatal rusa Ria Novosti y el Moscow Times, Pugacheva ha regresado a Rusia desde agosto, “para poner las cosas en orden”.