Los jóvenes no siempre lo tienen fácil. No pueden permitirse una casa propia y la desafortunada generación ha tenido que pedir prestado mucho dinero para sus estudios. Cuando se escuchan frases en las redes sociales como “yo era millonario con 17 años” o “gano 100.000 euros al mes”, a algunos les resulta difícil resistirse. “Si parece demasiado bueno para ser verdad, a menudo lo es”, advierte Emma Stuifzand, de la agencia de comunicación juvenil “Joven y quieres algo” en Eindhoven.
Hacerse rico rápidamente, vestir ropa de diseñador o comprarse su propia casa, ¿quién no sueña con eso? Si hay que creer en las redes sociales, las oportunidades están ahí para aprovecharlas. En la práctica, suele haber varios inconvenientes.
“Muchos jóvenes tienen dificultades con sus perspectivas de futuro”, afirma Emma Stuifzand en Money Week. “Esto se debe, por ejemplo, al mercado inmobiliario y a los costes de los estudios. Hoy en día, muchos jóvenes quieren ganar mucho dinero de forma rápida y sencilla para su futuro. Cuando en las redes sociales aparecen declaraciones como ‘Ya era millonario’ a los 17 años’ o ‘gano 100.000 euros al mes’, entonces es difícil resistirse”, afirma Emma Stuifzand.
Esquema de piramide
“Algunos jóvenes quieren mantener un determinado estatus, por ejemplo vistiendo ropa de marca que encuentran en las redes sociales. A menudo no pueden permitírselo. Luego tienen que pagarlo a plazos o con pagos posteriores, lo que puede causarles endeudarse.”
Los influencers en las redes sociales a menudo pintan una imagen poco realista de la realidad. “Se hacen pasar por jóvenes empresarios e intentan que los jóvenes inviertan dinero con textos inspiradores. Estos participantes también deben interesar a otros jóvenes en la inversión. En realidad, están participando en un esquema piramidal. Eso no produce nada excepto la persona en la cima de la pirámide. Es ilegal, pero los jóvenes a veces no se dan cuenta de ello”.
También hay cursos para hacerse rico o iniciar su propio negocio rentable. “Muchos jóvenes aceptan esto y tratan de interesar a otros vendiendo estos cursos”. Pero esos cursos cuestan mucho dinero.
Sentido de la realidad
¿Las generaciones actuales carecen de sentido de la realidad? “El peligro de las redes sociales es que pasan muchas personas ricas. En las redes sociales apenas se ve gente que trabaje de nueve a cinco. Ves pasar a millonarios y quieres estar entre ellos. Por eso los jóvenes quieren ganar dinero rápidamente. Y eso realmente no se puede lograr con un salario mínimo en el supermercado”.
Además, no es fácil convertirse en millonario. “En la práctica, hay que trabajar duro para lograrlo. Luego puede que tengas que ir a la escuela y obtener un diploma, para tener más posibilidades de conseguir un buen trabajo”.
Stuifzand quiere proteger a los jóvenes de las tentaciones en las redes sociales informándoles bien: “Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, normalmente lo es. Hay que dar a los jóvenes una imagen realista: así es como puede ser la vida y se puede También llega a fin de mes con este salario. Entonces se analiza la deuda estudiantil de otra manera”.
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