Harry Kane está lesionado. ¿Y ahora qué, FC Bayern? El director deportivo Christoph Freund descartó categóricamente fichar a un sustituto de gran calidad por motivos económicos. Si miras las plantillas del FCB durante los últimos doce años, te darás cuenta de que los delanteros centrales experimentados a menudo han ayudado.
Un club como el Bayern necesita un centro clásico, un jugador objetivo en el área de penalti que pueda aprovechar los pases de las mentes creativas que están a su lado y detrás de él. Al menos eso es lo que piensan muchos fans.
En Robert Lewandowski, que jugó para el campeón alemán de 2014 a 2022 y anotó la increíble cifra de 344 goles durante este tiempo, y actualmente en Harry Kane, el club cuenta desde hace años con goleadores de talla mundial que, cuando estaban en forma, siempre estaban listos.
Siempre era aún más amargo cuando faltaba el número uno en ataque. En algunas temporadas, el Bayern prescindió por completo de un segundo delantero centro, mientras que en otras, los veteranos asumieron el papel de suplente. Una descripción general:
- Claudio Pizarro (2012-2015)
Durante su agitada carrera, el peruano alternaba repetidamente entre sus dos grandes amores, el Bayern de Múnich y el Werder Bremen.
Su segunda estancia en Múnich comenzó en el verano de 2012, después de dejar el SVW en forma gratuita tras marcar 18 goles esta temporada. Pizarro, que ya tiene 33 años, llegó como alternativa a Mario Mandzukic y Mario Gómez.
El plan funcionó: Pizarro se puso de lleno al servicio del equipo, pero siempre estuvo ahí cuando fue necesario. En la triple temporada 12/13 marcó 13 goles y nueve asistencias en 28 partidos competitivos, y al año siguiente marcó todavía once goles. Su cuarteto en la loca victoria por 9-2 contra el HSV nunca será olvidado.
Pizarro derribó solo al HSV en 2013
No es casualidad que el entrenador estrella Pep Guardiola describiera a Pizarro como un “jugador de primer nivel”: el peruano ayudó al catalán a llegar a la Säbener Straße a pesar de la barrera del idioma.
Cuando el tiempo de juego y el número de goles disminuyeron, se separaron nuevamente y Pizarro regresó al Werder.
- Sandro Wagner (2018-2019)
En enero de 2018, el FC Bayern gastó 13 millones de euros para traer al entonces jugador del Hoffenheim de vuelta a su ciudad natal. Al igual que Pizarro, Wagner también había jugado antes para el campeón récord.
Con 30 años a sus espaldas, el jugador nacional debería aportar su experiencia y darle un respiro a Robert Lewandowski.
Y Wagner cumplió: en la segunda serie de la temporada 17/18 contribuyó con nueve goles y dos asistencias al éxito del Bayern, que se proclamó campeón y lamentablemente sólo cayó en las semifinales de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.
Pero otro paralelo con Pizarro fue que Wagner también decayó después de un buen comienzo y estuvo cada vez menos en el campo. Cuando finalmente llegó una oferta inmoral de China en enero de 2019, volvió a desaparecer.
- Eric-Maxim Choupo-Moting (2020-2024)
La tercera tormenta de los últimos tiempos en Múnich también llegó al FC Bayern en la edad de un futbolista maduro. A diferencia de Wagner, Choupo-Moting no pagó ningún traspaso; el contrato del jugador de 31 años con el Paris Saint-Germain ya había expirado.
El atacante técnicamente hábil, que a lo largo de su carrera había jugado a menudo en la banda a pesar de su altura de 1,91 metros y sólo más tarde se convirtió en un nueve puro, era consciente de su papel: no había forma de eludir al líder Lewandowski;
Sin embargo, Choupo-Moting eligió el Bayern, donde ciertamente estuvo a la altura de las expectativas. El internacional camerunés ayudó a integrar a los recién llegados francófonos y siempre estuvo bien para marcar.
Cobró especial importancia en el año de transición entre Lewandowski y Kane, cuando todo estaba fatalmente puesto en las cartas de Sadio Mané. Choupo-Moting intervino y anotó 17 goles en 22/23 en 30 partidos competitivos.
Se separaron en buenos términos en 2024 y desde entonces el nativo de Hamburgo busca un nuevo empleador. Pero una cosa es segura: para Bavaria y Choupo-Moting la colaboración valió la pena.