Esto es lo que gana Ronald Plasterk por su trabajo como ojeador

El lunes Ronald Plasterk todavía estaba trabajando en una vacuna contra el cáncer, el martes limpió su agenda para dar los primeros pasos en la formación del gabinete como ojeador. No se hará rico con ese trabajo. De lo contrario. Aunque el trabajo sí viene con un extra que sin duda le provocará sentimientos nostálgicos.

Ronald Plasterk trabaja estos días muchas jornadas. Desde que el lunes dijo “sí” a la petición del líder del PVV, Geert Wilders, de convertirse en scout, lleva casi días encerrado en la sala de redacción de la Cámara de Representantes.

Aquí recibe ocasionalmente a líderes del partido que le dicen cómo creen que debería proceder la formación del gabinete. Cuando terminan las conversaciones al final de la tarde, Plasterk y su pequeño equipo de funcionarios siguen trabajando. Después de todo, cada paso del proceso se registra meticulosamente. Y en el medio también hay muchas cancelaciones. El tráfico telefónico continuará con normalidad este fin de semana. Después de lo cual espera presentar su informe el próximo miércoles o jueves a más tardar. Definitivamente no es un trabajo a tiempo parcial.

Y entonces surge la pregunta: ¿qué es exactamente lo que está causando tal tarea? Las investigaciones en la Cámara de Representantes revelaron que el explorador, y más tarde también el informante y formador, realiza su trabajo sin remuneración. En otras palabras: es un trabajo honorífico, que queda especialmente bien en el CV de alguien.

Casi muerto

Sin embargo, eso no significa que Plasterk tenga que traer sus propios bocadillos y pagar su propio café. La Cámara de Representantes proporciona alimentos y bebidas de forma gratuita. Y si tiene que pasar una noche en un hotel por su trabajo, puede reclamar los gastos. Al igual que posibles cenas de reconciliación con los líderes de las facciones, si resultan necesarias.

También se reembolsan los gastos de viaje. Aunque los exploradores e informantes también pueden hacer uso de un lujo que sólo unos pocos en La Haya pueden tener: después de un largo día pueden llevarse el coche oficial a casa. En ese sentido, Plasterk puede imaginarse a sí mismo retrocediendo en el tiempo. Como ministro de Educación y más tarde de Interior, también lo conducía un coche con conductor.

Por cierto, el coche oficial para los informadores (y hoy en día también para los ojeadores) no nació por exceso. En 1977, Ed van Thijn, muy cansado, como informante del PvdA, casi se suicida en su propio coche de camino a casa. Se tomaron medidas. El informante puede ser recogido y entregado si lo desea.

En el aspecto financiero, Plasterk puede sufrir un poco: el año pasado él y sus socios vendieron la nueva empresa Frame Cancer Therapeutics a la empresa biotecnológica alemana CureVac, que cotiza en bolsa. Ingresos: 32 millones de euros.

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