Esto del Inter da vergüenza, ahora Inzaghi no tiene excusas. Y llega la Juventus…

La décima derrota en Liga es una sentencia inapelable para los nerazzurri, en caída libre: el martes en la Coppa Italia el desafío a los bianconeri que viajan con exactamente la inercia opuesta

Una vez es culpa del árbitro. Otra de pelota que -quién sabe por qué- entra en la portería del Inter a la primera distracción. Otra más, como esta vez ante la Fiorentina, de mala suerte que hace que demasiadas ocasiones se esfumen en un suspiro. Siempre hay algo que conspirar contra los nerazzurri en la liga: la próxima vez volveremos a la lluvia de la memoria mazarriana, o tal vez al calor, quién sabe. Basta, basta: lo cierto es que Inzaghi no tiene excusas, el fallo técnico le pertenece en su totalidad.

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Inter se hunde. Diez derrotas en 28 jornadas ligueras -las tres últimas seguidas- es una cantidad enorme. Para entender el tamaño de este número: Lazio ha perdido hasta ahora 5 veces, la mitad; Udinese 7; Empoli 11 (y da igual que haya jugado un partido menos). Una comparación vergonzosa. Sí, porque la plantilla de los nerazzurri, a fuerza y ​​plenitud, hace inaceptable ese camino. En todos los departamentos hay jugadores de nivel internacional, entre los titulares y los alternativos: desde Onana a Skriniar y Bastoni, de Brozovic a Calhanoglu, de Mkhitaryan a Barella, de Lukaku a Lautaro hasta Dzeko y también a Correa que ha querido el técnico cueste lo que cueste. Y, sin embargo, a pesar de esta ventaja, hoy Inzaghi incluso corre el riesgo de sacar al Inter de los cuatro primeros, y por lo tanto fuera de la próxima Liga de Campeones: Lazio ya está por delante y puede despegar, Roma y Milán le pisan los talones, Atalanta está llegando. Por no hablar de la Juve, que empezó mal pero ganó 9 puntos más que los nerazzurri: si se anulara el penalti, los bianconeri volarían serenos al segundo puesto, pero incluso con ese -15 tan pesado empiezan a asustar a Inzaghi. Increíble.

Inconcluso

El Inter pierde más de un partido de cada tres, juega siempre de la misma manera y, sobre todo, juega mal. Es predecible, engorroso, ineficaz. Carece de crueldad y malicia, cualidades que abundaban en Conte, pero no sólo eso. Así que hasta la plantilla ha perdido valor en el mercado, aparte de Onana que tuvo la oportunidad de lucirse. La cotización de Brozovic, Gosens, Dumfries, Lautaro, Correa se ha desplomado. Y los jóvenes en los que el club invirtió este verano, Bellanova y Asllani, casi nunca han tenido la oportunidad de dejar claro si son del Inter o no. Cuando entró contra la Fiorentina, por ejemplo, el extremo llegado procedente del Cagliari dio buenas señales, entonces, ¿cómo es posible que haya jugado apenas 183 minutos en todo el campeonato? El club debe tener la oportunidad de sopesar a sus jugadores, especialmente a aquellos en los que ha gastado dinero, pero Inzaghi no le dio esa oportunidad al Inter; el decepcionante De Ketelaere, solo por mencionar un nombre, jugó el doble para el Milan que Bellanova y Asllani juntos. Inzaghi solo tiene una oportunidad de asegurarse un futuro en el Inter: volar a la Champions League. Porque esta vez una Supercopa y una Copa de Italia no son suficientes para dar sentido a la temporada



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