Ralph Lauren regresó al mundo de los eventos de moda físicos el martes con su primer desfile desde 2019. Para ello transformó una de las galerías del Museo de Arte Moderno de Nueva York en un salón íntimo. Las filas de asientos han sido reemplazadas por atractivas mesas de café y banquetas blancas, lo que hace que la atmósfera sea menos una gran experiencia de marca y más una reunión privada cara a cara.
Aunque Estados Unidos todavía tiene un largo camino por recorrer para ponerse al día con el sector del lujo europeo y competir con la artesanía de Hermès, Louis Vuitton y Chanel, Ralph Lauren es el epítome del lujo estadounidense y la moda sofisticada.
Los estrechos lazos de Ralph Lauren con el deporte del polo le han dado a la marca una identidad y un alcance mundial incomparables. La dilución del valor de marca de la mercadería de descuento y las camisetas con el logotipo de descuento no ha afectado las ventas ni su base de clientes acaudalados.
Estilo perdurable
El desfile AW22 contó con prendas masculinas y femeninas, abriendo el desfile Gigi Hadid con un jersey preppy con cuello en V con el logotipo de RL, una camisa con botones y un par de zapatos clásicos de dos tonos. El blazer fue un elemento clave de la colección y se mostró en versiones de botonadura simple y cruzada, una variedad de versiones a cuadros y rayas, pero también en estilo ecuestre y elegantes versiones de noche. La chaqueta de esmoquin sigue siendo una marca registrada de Ralph Lauren, al igual que la lana fina.
La colección juega con una paleta de colores en blanco y negro que refleja la visión de elegancia y nostalgia de Lauren, y está pensada para personas bien vestidas y sofisticadas que prefieren la moda atemporal a las tendencias de la moda efímera.
Los invitados se sentaron en los muebles que se encontraron en el apartamento de Lauren en la Quinta Avenida, como las sillas Art Deco con punta de acero, los sofás blancos como la nieve y las fotografías en blanco y negro que adornan las paredes tanto de sus apartamentos como de sus tiendas.
El atractivo perdurable de Ralph Lauren, que ahora tiene 82 años y ha estado en el negocio durante seis décadas, es que conoce íntimamente a su base de clientes y nunca se desvía de su estilo distintivo.
Esta publicación traducida apareció anteriormente en FashionUnited.uk. Traducción y edición: Karenita Haalck