Este niño de 10 años se convirtió en el rostro de la hambruna en Gaza. Pero no llegó ayuda

Yazan padecía parálisis cerebral desde muy pequeño. No podía caminar y tenía dificultades para tragar, por lo que necesitaba alimentos blandos y nutritivos. Su padre Shareef se ocupó cuidadosamente de esto, incluidos los huevos y los plátanos que al niño le gustaba comer. En combinación con medicación y fisioterapia, el estado del niño ha ido mejorando poco a poco en los últimos años.

Eso cambió después del ataque de la organización terrorista Hamas a un festival de música y a varias aldeas en Israel el 7 de octubre del año pasado y el posterior ataque de Israel a Gaza. Pronto ya no había mucha comida. Y el suministro de medicinas de Yazan también se agotó.

El padre de Yazan le dijo a The News York Times que inicialmente intentó cambiar los huevos por pan, que ablandó sumergiéndolo en té. También intentó encontrar alimentos dulces, pero el precio del azúcar se disparó. Esto hizo que alimentar a su hijo fuera casi imposible.

Los padres de Yazan decidieron entonces huir de Beit Hanoun, en el norte de Gaza. Sin embargo, los numerosos refugios caóticos e insalubres donde terminaron resultaron no ser un buen lugar para su hijo. Como resultado, tuvieron que seguir adelante una y otra vez. “Todos los días veía a mi hijo debilitarse”, dijo el padre Shareef.

Finalmente terminaron en un hospital de la ciudad sureña de Rafah el 25 de febrero. Mientras tanto, Yazan padecía una neumonía, agravada por el hambre y las duras condiciones en las que debía vivir el niño. Aunque le dieron antibióticos para su infección, no pudieron encontrarle comida adecuada en el hospital, por lo que no pudo recuperar fuerzas.

Las imágenes de Yazan, tomadas con el permiso de sus padres, lo muestran en su rudimentaria cama de hospital. Primero con sólo una vía intravenosa en la mano derecha, luego también con un tubo de oxígeno conectado a la nariz.

La ayuda de emergencia que todos esperaban no llegó. Yazan murió el lunes por la mañana. El pediatra Jabr al-Shaer, que lo trató, dijo después que Yazan sufría una combinación de desnutrición e infección respiratoria. Y que la falta de comida finalmente había matado al niño.

Según las Naciones Unidas, cientos de miles de residentes de la Franja de Gaza están al borde de la inanición. El norte de Gaza lleva varias semanas privado de casi toda la ayuda debido a los saqueos de palestinos desesperados, las restricciones israelíes y el mal estado de las carreteras tras meses de guerra.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos veinte niños han muerto por una combinación de desnutrición, deshidratación y problemas de salud. «No habrían muerto si no hubieran estado desnutridos», afirma la organización humanitaria Acción contra el Hambre.