Además de una multa altísima, los preparativos le valieron incluso una pena de prisión suspendida. Pero después de años, el anhelado deseo del empresario Paul Osewudt finalmente se hace realidad: un museo de arte en el Nieuwe Markt. Y esto también deja espacio para nuevos planes en el Brink de Deventer.
Kyrie Stuij
Última actualización:
07:07
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