De hecho, la estatua lleva allí un tiempo, casi 64 años. Inaugurado en 1960, fue un regalo de un fabricante de cigarrillos. A otro transeúnte le parece simbólico que la estatua haya sido volteada. “Al igual que la industria tabacalera”, dice.
El limpiador de ventanas espera que no tarde demasiado. “Lo voy a extrañar”, dice. Otros también esperan que la estatua vuelva pronto a su lugar. “El Spui sin Het Lieverdje no es el Spui”, dice un transeúnte.
En 2012, la estatua también fue atropellada por un camión que iba marcha atrás. El Lieverdje también resultó dañado en ese momento. Los trabajos de restauración duraron entonces un mes. Aún no se sabe cuánto durará esto.