El asunto Chinagate en Vlaams Belang figuraba hoy en el orden del día del Comité Parlamentario de Justicia. Se dice que el ex diputado de VB, Frank Creyelman, estuvo influenciado y pagado durante años por un espía chino.
A una pregunta del diputado verde Wouter De Vriendt y su colega de Ecolo Samuel Cogolati sobre la injerencia china, el Ministro de Justicia Paul Van Tigchelt (Open Vld) respondió que el servicio central anticorrupción había emitido un informe oficial el 18 de diciembre. . Sobre esa base, “el Ministerio Público Federal está trabajando actualmente en ello”. “Estamos sólo al comienzo de una larga investigación que deberá determinar el papel y las responsabilidades de cada persona”, afirmó el ministro.
La fiscalía federal confirma que ha abierto un expediente, pero el portavoz Eric Van Duyse cree que todavía es demasiado pronto para revelar más detalles.
Sobre la propia interferencia china, Van Tigchelt dice que “las actividades de los servicios de inteligencia chinos son una extensión de la política y la diplomacia chinas” y “sirven a propósitos idénticos”. Califica las “técnicas de influencia abierta o encubierta” de China como “un área gris entre el lobby, la influencia política y el espionaje”. Por ello llama a los políticos “principales objetivos de la maquinaria de influencia china”.
Frank Creyelman fue criticado el mes pasado después de que periodistas de investigación de El espejo, El mundo y El tiempo financiero podría haber obtenido mensajes de chat con un espía chino. Estos mensajes demostraban que el espía lo había sobornado durante años para intentar influir en la política belga y europea hacia China. Creyelman, ex senador y miembro del Parlamento flamenco, fue expulsado del partido.
Posteriormente, el diputado de Vlaams Belang, Steven Creyelman, también fue objeto de críticas. Los mensajes mostraban que Frank Creyelman también intentó influir en su hermano menor, según este último sin su conocimiento. El diputado fue destituido de su cargo de presidente de los comités parlamentarios de compras militares, pero todavía es miembro del parlamento. Filip Dewinter también fue criticado porque mantiene numerosos contactos con China, a los que ya ha calificado de “ingenuos”.