La etiqueta decía “agua mineral natural” o “agua de manantial”. En realidad, la botella contenía agua que había pasado por el mismo tratamiento que la que sale del grifo de casa, pero 100 veces más cara. Esto es lo que nos dice un estudio del diario Le Monde y Radio France. Marcas como Perrier, Vittel, Contrex, Hépar y Cristaline llevan años haciendo trampa porque sus fuentes ya no eran lo suficientemente puras. La pregunta es: ¿quién sabía todo esto?
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